El FC Barcelona perdió este martes ante la Juventus (0-3) en el Camp Nou y cede, con este resultado abultado, el liderato al equipo italiano en la última jornada de la fase de grupos de la Liga de Campeones, por lo que pasará a octavos de final como no cabeza de serie pese a tener todo de cara para seguir en lo más alto del Grupo G.
Debía ganar, empatar o perder por menos de tres goles. El Barça, este Barça aciago que regaló el triunfo al Cádiz con dos errores mayúsculos en el Carranza, volvió a estar mal atrás y entregó el liderato a una ‘Juve’ que, con dos penaltis anotados por Cristiano Ronaldo y un golazo de McKennie, de volea, sonrojó al Barça en un Camp Nou que, por suerte esta vez, estaba vacío.
Poco aguante tiene la afición del Barça que, acostumbrada a lo mejor no hace tanto, ve recientemente deambular a su equipo. Quizá hay más entrega en el equipo de Ronald Koeman que con anteriores técnicos. Más juventud y ganas, pero muchos altibajos y desconexiones que, ante una Juventus seria y concienciada y que fue mejor, fue insuficiente.
No fue un buen partido para el Barça, por lo menos no en acierto. Otro más en la lista de puntos negros de una temporada que está empezando fatal en LaLiga, mucho mejor en la ‘Champions’ pero con este ‘PERO’ final, en mayúsculas, que es perder el liderato en casa ante la ‘Vecchia Signora’ a la que habían ganado, con muy buen fútbol, en Turín por 0-2.
Cristiano Ronaldo, que nunca le había marcado al Barça en ‘Champions’ ni con Manchester United ni Real Madrid, ya tiene otra víctima europea. No pudo marcar de jugada, sí en dos penaltis, y lideró a los suyos a una victoria clave. Necesitaba ese 0-3, mínimo, la Juventus y pudo ganar incluso por más, pero el gol de Bonucci fue bien anulado, por fuera de juego.
El Barça hizo más bien poco en ataque. Cuando ya iba 0-3, cuando ya se veía segundo, tuvo alguna ocasión más, como una falta directa o un disparo lejano de Leo Messi. El argentino, lejos de su mejor versión, fue igualmente el mejor. Con la entrada de Riqui Puig, mejoró la calidad de la posesión culé y el ’10’ lo agradeció, pero se topó siempre con el incombustible Gianluigi Buffon.
De perdidos al río, pensó Koeman, y mandó a su equipo a aceptar el ‘frontón’ que propuso la Juventus, muy cómoda defendiendo su renta. El trabajo estaba hecho para los de Andrea Pirlo, y el Barça tenía todo por hacer. Con prisas, las decisiones no fueron buenas, aunque sí hubo ocasiones de ataque en el bando culé.
Y, el resultado final, otra derrota dolorosa, sonrojante en parte, que deja al Barça segundo. No será cabeza de serie, se medirá a un primer clasificado en octavos y jugará la vuelta lejos del Camp Nou. La Juventus, por contra, termina con todo el buen ánimo posible esta fase de grupos.
Una primera fase donde parecía que el Barça haría su segundo ‘seis de seis’ de la historia. El Barça tenía la mejor cara en Europa, pero lo truncó y rompió todo al final. Y, en parte, por culpa de una Juventus práctica, acertada, decisiva. Pirlo se marchó sonriente, contento de lo visto. Y es que el Barça disparó, pero con pólvora mojada. Su Juve, por contra, se aupó al liderato en una noche aciaga y sin magia en el Camp Nou.