El emblemático portero Iker Casillas anunció este martes que cuelga los guantes, tras más de un año sin jugar, después del infarto que sufrió en mayo del pasado año.
«Hoy es, a la vez uno de los días más importantes, y a la vez más difíciles, de mi vida deportiva: ha llegado el momento de decir adiós«, afirmó Casillas en un comunicado en las redes sociales.
«Mi recorrido en el mundo del fútbol empezó hace 30 años, ha sido un camino largo y, como todo camino, ha tenido momentos buenos, alegrías, pero también tristezas. En estos momentos de mi vida y con perspectiva, puedo decir sin lugar a dudas que ha merecido la pena», añadió el portero del Oporto.
Casillas levantó el sábado la Copa de Portugal con el club portugués, en lo que fue su último acto como jugador, pese a no participar en el encuentro.
«Hoy es un día difícil, pero no un día triste, me considero un afortunado por haber llegado hasta aquí, por cómo he llegado, por haber conseguido todo lo que he conseguido, por todo ello,… Estoy feliz», escribió el que fue portero emblemático del Real Madrid y de la selección española.
Casillas se deshace en agradecimientos a los clubes por los que ha pasado, a sus compañeros y también a sus rivales, así como, sobre todo, a su familia.
«Lo importante es el camino que recorres y la gente que te acompaña, no el destino al que te lleva, porque eso con trabajo y esfuerzo, llega solo y creo que puedo decir, sin dudar, que ha sido el camino y el destino soñado», añadió Casillas.
«Tengo claro que no es un punto y final, el viaje no acaba aquí. Esto sigue y seguro que pronto nos encontraremos de nuevo«, aseguró Casillas, que publicó su mensaje junto a una imagen suya de espaldas con los guantes colgando en una mano.
Casillas pone fin a una larga y exitosa carrera, en cuyo palmarés destacan tres Ligas de Campeones con el Real Madrid (2000, 2002, 2014), así como la Copa del Mundo de 2010 y dos Eurocopas (2008 y 2012) con la selección española.