El máximo tribunal de Taiwán despenalizó este viernes el adulterio, al considerar que la ley que lo criminaliza viola las protecciones constitucionales de autonomía sexual e igualdad.
«El Código Criminal no debe castigar acciones que afectan a los sentimientos personales», afirmó Hsu Tzong-li, presidente del tribunal constitucional, al anunciar la decisión.
El adulterio en Taiwán era penado con hasta un año de cárcel, pero los condenados pagaban normalmente una multa y evitaban la prisión.
Este dictamen se produce en la estela de otros similares en India y Corea del Sur, que en los últimos años han anulado sus leyes sobre el adulterio.
Grupos de derechos civiles en Taiwán aseguran que las mujeres eran en un 20% más susceptibles de ser castigadas que los hombres en los casos de adulterio, lo que ahondaba las desigualdades de género y violaba además los derechos a la privacidad.
La ley también permitía a los querellantes retirar sus demandas contra su cónyuge adúltero, pero mantenerlas contra la tercera persona implicada, lo que según el tribunal constituye una violación del principio de igualdad.
Taiwán legalizó el año pasado el matrimonio homosexual tras una decisión en ese sentido de 2017 del tribunal constitucional.