Estados Unidos reconoció el viernes la reelección en Honduras del presidente Juan Orlando Hernández, e instó a las autoridades hondureñas a revisar de manera «transparente y completa» cualquier impugnación de unos comicios marcados por sospechas de fraude.
«Felicitamos al presidente Juan Orlando Hernández por su victoria en las elecciones presidenciales del 26 de noviembre, según lo declarado por el Tribunal Supremo Electoral de Honduras (TSE)», dijo el Departamento de Estado en un comunicado.
«Hacemos un llamado al TSE para que revise de manera transparente y completa cualquier impugnación presentada por los partidos políticos», agregó la portavoz Heather Nauert, al dar cuenta de las «irregularidades» constatadas por observadores de la Organización de los Estados Americanos (OEA) y la Unión Europea (UE), y las protestas desatadas.
El gobierno de Donald Trump no había reconocido aún el triunfo de Hernández, pero una fuente del Departamento de Estado dijo esta semana no haber visto «nada que altere» el resultado anunciado por el TSE.
El TSE declaró el domingo pasado ganador a Hernández tras tres semanas de demoras, incertidumbre, acusaciones de la oposición de «robo monumental» y violentas manifestaciones callejeras, que dejaron al menos 12 muertos según expertos de la ONU y de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Este viernes el país recobraba la calma tras cuatro semanas de caos, aunque manifestantes de la izquierdista Alianza de Oposición Contra la Dictadura, que postuló como candidato al presentador de televisión Salvador Nasralla, de 64 años, hicieron tres intentos de bloqueos en la capital que fueron neutralizados por policías.
El coordinador de la alianza, el expresidente derrocado en 2009, Manuel Zelaya, encabezó un bloqueo en El Sitio, norte de la capital, pero el grupo fue desalojado rápidamente.
– ‘Sanar la división política’ –
El viernes, el Departamento de Estado estadounidense reiteró su llamado a todos los hondureños de abstenerse a la violencia y urgió al gobierno a garantizar que las fuerzas de seguridad respeten los derechos de los manifestantes pacíficos, instando a «sanar la división política».
«Los resultados de las elecciones, las irregularidades identificadas por las misiones de observación electoral de la OEA y de la UE y las fuertes reacciones de los hondureños en todo el espectro político subrayan la necesidad de un diálogo nacional sólido», apuntó Nauert.
Hernández inició el miércoles un diálogo con diferentes sectores para tratar de restablecer la paz y el jueves reafirmó su llamado a conversar con sus opositores, que lo rechazan asegurando que busca «legitimarse» después del «fraude» electoral.
Más de 3.000 personas colmaron las calles el jueves frente a la embajada de Estados Unidos en Tegucigalpa, encabezados por el expresidente Manuel Zelaya.
Nasralla, que viajó esta semana a Washington para reunirse con el secretario general de la OEA, Luis Almagro, y funcionarios del Departamento de Estado para presentar «pruebas» del «grosero robo» electoral que denuncia, dijo a AFP que acepta dialogar con Hernández, pero para fijar una nueva votación.
Legisladores opositores en Estados Unidos cuestionaron el jueves a la administración Trump por su «inadecuada» respuesta a la crisis post-electoral en Honduras y apoyaron la propuesta del secretario general de la OEA de celebrar nuevos comicios.
Los congresistas recordaron que la estabilidad en Honduras, así como en otros países de Centroamérica, es «de interés nacional» para Estados Unidos, cuyos contribuyentes invirtieron cientos de millones de dólares en programas de asistencia a la región.