El Departamento del Tesoro de Estados Unidos emitió este lunes sanciones contra otros dos militares del Consejo Administrativo Estatal de Birmania vinculadas al aparato militar responsable del golpe de Estado del 1 de febrero en el país asiático.
Según un comunicado de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC), estas nuevas sanciones son una respuesta frente «al asesinato de manifestantes pacíficos por parte de las fuerzas de seguridad birmanas».
Los militares sancionados son Moe Myint Tun y Maung Maung Kyaw, miembros del Consejo de Administración del Estado impuesto tras la asonada.
Implicaciones
Estas medidas contra ellos implican que todos los bienes e intereses en la propiedad de estos dos militares, y de cualquier entidad que sea de su propiedad, que se encuentren en Estados Unidos están bloqueadas.
El Tesoro volvió a reafirmar que Estados Unidos trabaja para garantizar la libertad y la democracia, mientras que sigue comprometido con promover la rendición de cuentas de los responsables del golpe y la violencia en curso.
«Los militares deben revertir sus acciones y restaurar urgentemente el gobierno elegido democráticamente en Birmania, o el Departamento del Tesoro no dudará en tomar nuevas medidas», amenazó.
Estas sanciones se producen después de que el pasado 11 de febrero, el Tesoro estadounidense sancionara a 10 oficiales en activo o retirados, así como a tres entidades birmanas –con vínculos con el Ejercito–, entre ellas al comandante del Ejército de Birmania, el general Min Aung Hlaing, que lideró el golpe de Estado en el país asiático.
Golpe de Estado
El Ejército de Birmania asumió el poder el 1 de febrero y declaró el estado de emergencia durante un año tras detener a los principales dirigentes del país. El golpe llegó tras las recientes tensiones a raíz de las elecciones generales de noviembre, en las que tanto la oposición como el Ejército han denunciado posibles irregularidades, aunque sin presentar pruebas.
Las manifestaciones se han sucedido hasta el momento en contra de la junta militar, siendo las de este fin de semana y este lunes las más multitudinarias desde que los birmanos empezaron a salir a las calles. Durante las protestas del sábado murieron al menos dos personas, mientras que el viernes falleció otra joven después de presuntamente haber recibido un disparo en la cabeza.