La Administración del presidente estadounidense, Donlad Trump, prorrogó un año más las sanciones contra todos los altos cargos nicaragüenses involucrados presuntamente en casos de corrupción y vulneración de los Derechos Humanos.
Tal y como indicó Trump en una carta enviada al Congreso, «la situación en Nicaragua, incluida la respuesta violenta del Gobierno a las protestas que comenzaron el 18 de abril de 2018, el desmantelamiento sistemático de las instituciones y el Estado de Derecho» llevan a tomar este tipo de medidas.
Para el Gobierno estadounidense, el presidente, Daniel Ortega, ha hecho un uso «indiscriminado» de la violencia y la represión contra la población civil en el marco de las manifestaciones.
Además, ha señalado que la corrupción conduce a la desestabilización de la economía del país y sigue representando una «amenaza» para la seguridad nacional.
«Por este motivo, decidí mantener la emergencia nacional declarada en la orden ejecutiva 13851 respecto a Nicaragua«, dijo. La orden congela los bienes de los altos cargos nicaragüenses involucrados en este tipo de delitos.