Autoridades estadounidenses devolvieron este miércoles a Egipto un sarcófago comprado por el Metropolitan Museum de Nueva York en 2017, pero que se supo luego había sido robado en 2011, año del levantamiento contra el entonces presidente Hosni Mubarak.
Este ataúd de 1.8 metros de largo y bañado en oro fino, fue construido para la momia de Nedjemankh, sacerdote de alto rango del dios con cabeza de carnero Heryshef.
Constituye la pieza central de una exposición que lleva su nombre en el museo neoyorquino y que debió ser interrumpida prematuramente el pasado febrero, cuando el Met lo entregó a la oficina del fiscal de distrito de Manhattan, Cyrus Vance Jr.
Una investigación conjunta realizada por autoridades de Estados Unidos, Egipto, Alemania y Francia concluyó que el sarcófago fue robado de Egipto en 2011.
Durante una conferencia de prensa que contó con la presencia del ministro de Exteriores egipcio, Sameh Chukry, Vance Jr. dijo el miércoles que la investigación reveló «incoherencias flagrantes ligadas a la venta» de la pieza arqueológica.
Su aparición ocurrió en 2011, un día después de la caída de Mubarak en Egipto. «Eso tendría que haber sido una señal de alerta», dijo el fiscal.
También se descubrió que los documentos que prueban la autenticidad del objeto, fechado entre 150 y 50 a.C., y la legalidad de su origen «fueron claramente falsificados».
Después de transitar por Dubai, Alemania y París, el sarcófago fue vendido al Met por un marchand de arte francés, cuya identidad no ha sido revelada, por cerca de 4 millones de dólares.
Cuando se produjo el anuncio de la captura del sarcófago, el museo presentó sus disculpas a Egipto.
Según Vance, el grupo internacional de traficantes que comercializó esta pieza es responsable de la venta ilegal de cientos de otras. «Es probable que vean algunas importantes confiscaciones más de antigüedades prominentes en los próximos meses y años», dijo.