El secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, tildó el sábado de hipocresía una condena al racismo declarada por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
Pompeo dijo que el consejo debería centrarse en lo que llamó disparidades raciales sistémicas en países como Cuba y China.
La resolución del viernes «apunta al sistema policial y la raza en Estados Unidos (y) marca un nuevo punto bajo», dijo en un comunicado.
El pronunciamiento se aprobó tras un debate incitado por las protestas que estallaron en Estados Unidos tras la muerte de George Floyd, un hombre negro que pereció asfixiado por un policía blanco que lo había detenido.
Una mención específica de ese caso fue excluida de la resolución. Esta decisión que provocó la indignación de activistas que acusaron a Washington y sus aliados de presionar fuerte para revisar el texto, una versión que la misión estadounidense en Ginebra se negó a responder.
Estados Unidos, que se había quejado de ser señalado en el texto inicial, se retiró del Consejo en 2018 y no estuvo presente el viernes.
En su declaración del sábado, titulada «Sobre la hipocresía del Consejo de Derechos Humanos de la ONU», Pompeo dijo que la discusión en los Estados Unidos sobre la raza después de la muerte de Floyd «es un signo de fortaleza y madurez de nuestra democracia».
«Si el Consejo se tomara en serio la protección de los derechos humanos, hay muchas necesidad legítimas de su atención como las disparidades raciales sistémicas en lugares como Cuba, China e Irán», dijo el jefe de la diplomacia de la primera potencia mundial.
«Si el Consejo fuera honesto, reconocería las fortalezas de la democracia estadounidense e instaría a los regímenes autoritarios de todo el mundo a modelar la democracia estadounidense y mantener a sus naciones con los mismos altos estándares de responsabilidad y transparencia que los estadounidenses aplicamos a nosotros mismos», añadió Pompeo.