Se ha aumentado constantemente el presupuesto destinado a educación, se ha ampliado la cobertura educativa, principalmente en primaria, pero seguimos siendo la nación centroamericana con la menor tasa de escolaridad.
Rodrigo Pérez / rperez@cronica.com.gt
Un ciclo escolar más está por terminar; sin embargo, el país sigue sin salir del sótano de la región al que lo ha relegado la baja escolaridad y calidad educativa de la población. Hay esfuerzos, pero estos no han alcanzado para dejar ese último lugar que ocupamos desde hace tiempo.
La tarea que falta por hacer es grande, ya que los rezagos son muchos y van desde reducir las tasas de reprobación y abandono escolar, ampliación de la cobertura, mejoramiento de la calidad educativa y de la infraestructura escolar.
Así lo evidencia un diagnóstico sobre la situación de la educación pública, titulado Sistema educativo guatemalteco: incrementando la escolaridad en la población, elaborado por el Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (CIEN), dado a conocer mediados del año en curso.
La escolaridad ha aumentado, pero a un ritmo menor al de los otros países del istmo. En evaluaciones regionales de calidad educativa, Guatemala aparece por debajo del promedio de países de Latinoamérica y el Caribe. Ello, a pesar de que en los últimos seis años (2008 al 2014) el presupuesto devengado por el Ministerio de Educación se duplicó, asegura el CIEN.
En voz de expertos
Juan Alberto Martínez, quien posee un doctorado en educación y maestrías en investigación educativa, administración educativa y docencia universitaria, asegura que muchos profesores no tienen las competencias necesarias para impartir los conocimientos de manera adecuada, y eso incluye la parte de contenido y metodológica.
A ello se suma, según Martínez, las malas condiciones de la infraestructura, la falta de equipo y de materiales de enseñanza, y las pocas horas de trabajo que se dedican al estudiante, por huelgas magisteriales.
Por otro lado, la exministra de Educación, María del Carmen Aceña, considera que existen tres factores que son un obstáculo para la mejora de la tasa de escolaridad del país.
La mayoría de recursos que se han aumentado a Educación han servido para pagar los pactos colectivos y no generan los incentivos adecuados para mejorar la calidad educativa de los alumnos. A los maestros les aumentan el sueldo cada año, en un porcentaje, sin ningún esfuerzo, dice Aceña, al referirse a uno de los tres factores.
A ello se suma, asegura, el hecho de que cada vez se ha politizado más el sistema del Ministerio de Educación. Ingresan maestros que no llenan los requisitos, se contrata gente en las direcciones departamentales que más obedecen a una tendencia política que a una tendencia técnica. Ese es el problema de fondo, que usted tiene intervención de otros organismos del Estado en el Ministerio: los diferentes partidos políticos del Congreso y presiones de los sindicatos, que tienen demasiado poder. Entonces, el ministro llega a ser una figura decorativa, agrega la exministra de Educación. Por último, comenta que no existe un sistema en las escuelas para apoyar a los maestros a desarrollar de manera eficiente el currículum nacional base.
Muchos maestros, dicen expertos, no tienen las competencias necesarias para enseñar a los alumnos.