Ecologistas piden sanciones contra México por la casi extinción de la vaquita marina

Las organizaciones ecologistas piden aplicar sanciones comerciales a México por su incapacidad para detener la pesca ilegal de la vaquita marina (marsopa del Pacífico), una especie que podría desaparecer en cuestión de meses.

Según las asociaciones medioambientales, solo quedaría una decena de ejemplares de este animal en su hábitat del Golfo de California, al noroeste de las costas mexicanas. Y consideran que el cetáceo más pequeño del mundo solo se podrá salvar con «medidas drásticas».

Estas organizaciones piden a los países presentes en Ginebra en la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas (CITES) que impongan sanciones a México para que aplique las medidas necesarias que eviten la desaparición de la vaquita.

«Creo que los países [que forman parte de la Convención] deben sancionar a México y prohibir el comercio de especies reguladas por la CITES procedentes de México hasta que hayan retomado el control de la situación», aseguró a la AFP Zak Smith, director de Protección de Especies Salvajes en la oenegé estadounidense Natural Resources Defense Council (NRDC).

La CITES, que regula el comercio internacional de más de 35.000 especies de plantas y animales, puede sancionar a aquellos países que violen sus normas o se queden de brazos cruzados ante el comercio ilegal de especies.

«Cocaína en el mar»

Apodada «el panda del mar» debido a los círculos negros alrededor de sus ojos, la vaquita marina quedó diezmada por las redes empleadas en el Golfo de California para pescar otra especie igualmente amenazada, el totoaba.

La vejiga natatoria de este pez plateado se considera un manjar en China y puede negociarse en hasta 20,000 dólares el kilo en el mercado negro.

El lucrativo mercado negro para las vejigas natatorias ha convertido el Golfo de California en un campo de batalla, ya que los cazadores furtivos armados utilizan tácticas similares a las de los cárteles de la droga para apoderarse de esta «cocaína del mar».

Los delegados de unos 180 países que se reúnen en Ginebra hasta el 28 de agosto abordarán el lunes el futuro de la vaquita marina, pero parece improbable que sancionen a México.

Los defensores del medioambiente esperan que, al menos, le envíen una advertencia y lo amenacen con sanciones si no muestra avances en la protección de las vaquitas marinas.

«Si los Estados parte de la CITES no toman medidas drásticas para forzar a México a hacer algo más […] esta reunión podría asestar el golpe final a las vaquitas marinas», consideró DJ Schubert, un biólogo de la oenegé canadiense Animal Wildlife Institute.

Las autoridades mexicanas afirman que hacen todo lo que pueden para salvar a este pequeño cetáceo.

«No creo que una solución tan simple como sancionar a México vaya a ayudar a las vaquitas», declaró Hesiquio Benítez Díaz, director general de Cooperación Internacional de México, al margen de la reunión de la CITES.

El gobierno mexicano prohibió en 2015 la pesca en una área de 1.300 km2 frente a las costas de la ciudad de San Felipe, pero no fue capaz de controlar la pesca ilegal endémica.

«La situación creada por el crimen organizado en la región […] supera las capacidades de muchos gobiernos», destacó Díaz, y añadió: «Esta gente está mejor armada que nuestras fuerzas del orden».

Sin embargo, las oenegés insisten en que si México quisiera realmente actuar podría patrullar la zona donde viven las vaquitas, que es «más pequeña que la ciudad de Los Ángeles», asegura Smith.

Tragedia

México defiende un enfoque «más creativo» y solicitó a la CITES poder crear criaderos de totoabas para responder a la demanda de vejigas natatorias y hacer caer los precios, con el fin de desincentivar el contrabando.

Los ambientalistas creen, por el contrario, que abrir un mercado legal permitiría a los contrabandistas «blanquear» sus capturas.

E insisten en que eso no resolvería el problema a corto plazo, ya que los compradores buscan vejigas de gran tamaño y conseguirlas en un criadero tomaría al menos cinco años.

«Para entonces será demasiado tarde para salvar a las vaquitas», declaró a la AFP Alejandro Olivera, quien trabaja para el Centro de Diversidad Biológica de México.

La marsopa del Pacífico podría convertirse en la primera especie ultraprotegida que desaparece desde la adopción de la CITES, hace 40 años.

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