El presidente de Colombia, Iván Duque, declaró este miércoles que considera legítimos algunos de los reclamos formulados por los manifestantes que se preparan a marchar mañana en contra de su gobierno.
«Sabemos que son muchos los desafíos que como país tenemos que superar. Que son válidas muchas de las aspiraciones sociales y que tenemos problemas que a lo largo de la historia han envejecido mal», dijo en una alocución en televisión.
El mandatario derechista, próximo a cumplir un año y medio en el poder con una popularidad en rojo, agregó que garantizará el derecho a la protesta de sindicatos, estudiantes, indígenas y opositores, que marcharán el jueves en diferentes ciudades del país.
Sin embargo, precisó que junto con autoridades locales y regionales tomará «las medidas necesarias para garantizar el orden público en todo el territorio nacional» ante una supuesta campaña basada en «mentiras» que busca desatar la violencia.
Por su parte, la oficina de derechos humanos de la ONU expresó su preocupación por el aumento de militares en las calles de Colombia antes de las marchas y por los mensajes «de procedencia no identificada» que «estigmatizan la protesta social» o que «llaman al uso de la violencia» en las movilizaciones.
El grueso de los manifestantes cuestionan las políticas económicas del gobierno, su propuesta de seguridad enfocada en el combate del narcotráfico y su intento de modificar el pacto de paz que llevó al desarme de la exguerrilla FARC en 2016.
El llamado paro nacional ha generado una especial expectación por la convulsión social que, sin denominador común, sacude al continente en Ecuador, Chile y Bolivia.
Colombia ordenó el cierre de todas sus fronteras hasta el viernes en la madrugada para garantizar la «seguridad» y el «orden público».