Dos nuevos accidentes protagonizados por la falta mantenimiento de unidades y la excesiva velocidad de los pilotos del transporte extraurbano, provocaron este lunes 36 personas heridas, en lo que constituye el tercer accidente en menos de una semana en las carreteras de Guatemala.
Con ambos accidentes suman más de 450 las personas víctimas de los pilotos que en carreteras sinuosas y rodeadas de precipicios, corren como almas que se las lleva el viento, ya sea por ir peleando el pasaje con otros transportistas, o por irresponsabilidad sin que ninguna autoridad por un alto a estas violaciones a la ley.
Informaciones de Bomberos Municipales Departamentales dieron cuenta que al menos 20 personas resultaron con lesiones de consideración cuando un bus de los transportes San Juanera chocó de manera aparatosa en el kilómetro 143 de la Ruta Interamericana, en el dirigía hacia Nahualá, Sololá. Los heridos fueron trasladados al hospital nacional de Sololá.
Los heridos son Tomás Aguilar, 35 años; Juan González, 54; José Ramos, 57; Roberto Acjalón, 39; Juan José López, 47; Roberto Guit, 35; Cristian López, 23; Luis Alberto Quixibix, 36; Ángel López, 30; Ábner Bin, 18 y Erick Velásquez, 19.
El otro accidente se registró también esta madrugada, con saldo de 15 personas heridas cuando el autobús en el que viajaban se accidentó en la ruta de Pachalum, Quiché hacia Granados en Baja Verapaz, reportaron los bomberos voluntarios.
De acuerdo con los socorristas, los heridos fueron identificados como Wilmer Chalí Marín, 20; Olga Montesantos, 16; Dominga Velásquez, 82; Wendy Montesantos, 25; María Pérez, 58; Fredy Pérez, 33, y Rosadelia Pérez, 24.
También, Mirtala Pérez, 44; Selvin Pérez, 25 ; Steven Herrera, 16; Fidelia Herrera, 58; Humbelina Girón, 58; Concepción Ceballos, 43; Mercedes Santos Mota, 47, y Agustín Pérez, 63, quienes resultaron heridos y llevado centro asistencial de Pachalum.
Según la versión de las víctimas en ambos accidentes, los pilotos manejan las unidades como si fueran pequeños vehículos de pasajeros, sin percatarse de las altas velocidades que desarrollan y los inadecuados trazos de carreteras, muchas sin señales de tránsito, en las que la alta velocidad es tan solo un detonante de los siniestros.