Sabías que donar sangre de forma voluntaria y regular ayuda a salvar hasta cuatro vidas y a la vez sirve para mejorar tu salud. Y que cada año la ayuda médica a miles de guatemaltecos que necesitan atención de emergencia, se retrasa —poniendo en peligro la vida— porque no existen de forma inmediata unidades de este vital líquido.
No hay medicamento o tratamiento que sea eficaz para reemplazar a la sangre, la cual es utilizada para tratamientos de pacientes con anemias crónicas, problemas de coagulación, cáncer, en intervenciones quirúrgicas de víctimas de la violencia o por accidentes de tránsito, en trasplante de órganos, hemorragias, quemaduras y otros padecimientos graves.
Al donador se le extrae menos de medio litro de sangre —450 mililitros— y este se puede separar en cuatro hemocomponentes: plaquetas, glóbulos rojos, plasma y derivados. De tal cuenta que la donación puede servir para salvar hasta cuatro vidas.
Está comprobado, dice María Castro, coordinadora del Programa de atención en salud de la Cruz Roja Guatemalteca (CRG), que en los donantes regulares la médula ósea, que es la que regenera nuestras células sanguíneas, funciona mejor y se oxigenan mejor los órganos del cuerpo.
A pesar de ser ello, no existe una cultura de donación voluntaria en el país. En 2015, según el Ministerio de Salud, se captaron 127 mil 741 donantes de sangre de los cuáles 6 mil 939 fueron voluntarios y representan el 5.43 por ciento. La mayoría fueron donaciones hechas por familiares o amigos de pacientes.