Un grupo de países prometió este domingo unos 250 millones de euros (300 millones de dólares) en ayuda de emergencia a Líbano por la devastadora explosión en Beirut, tras una videoconferencia que organizó Francia y la ONU para recaudar fondos.
El monto total de la «ayuda de emergencia prometida o movilizada a corto plazo» es de 252,7 millones de euros, incluidos 30 millones (35 millones de dólares) de Francia, precisó la presidencia francesa.
Los participantes señalaron que esta ayuda se brindaría «directamente» a la población y con absoluta «transparencia».
«Los participantes convinieron que su ayuda debe (…) estar bien coordinada bajo la égida de las Naciones Unidas y ser entregada directamente al pueblo libanés, con la mayor eficacia y transparencia«, señalaron los representantes de alrededor de 30 naciones, en un comunicado difundido tras terminar la reunión.
Además, insistieron en la necesidad de abrir una «investigación imparcial, creíble e independiente» sobre las circunstancias en que se produjo el desastre, y ofrecieron asistencia a las autoridades libanesas.
El presidente libanés, Michel Aoun, descartó el viernes toda investigación internacional, en oposición a una solicitud planteada en ese sentido por su colega francés Emmanuel Macron, quien el jueves visitó Beirut.
«En este periodo horrible, Líbano no está solo«, aseguraron los participantes.
Hay que «actuar rápido«, exhortó Macron, antes de pasar la palabra a su homólogo estadounidense Donald Trump y a los jefes de gobierno Giuseppe Conte (Italia) y Pedro Sánchez (España) y responsables de las grandes organizaciones internacionales (FMI, Banco Mundial, Cruz Roja, etc.).
La explosión el martes fue provocada por el estallido de 2,750 toneladas de nitrato de amonio, almacenadas desde hacía seis años en el puerto de Beirut «sin medidas adecuadas«, según el primer ministro, Hassan Diab.
La explosión dejó al menos 158 muertos, 6,000 heridos, decenas de desaparecidos y cientos de miles de personas sin hogar.
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Ayuda de Brasil, España y la UE
Este domingo, el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, prometió el envío de medicamentos vía aérea, así como un buque carguero con 4,000 toneladas de arroz. Al frente de la misión estará el anterior presidente, Michel Temer, hijo de libaneses.
España anunció también el envío el martes de un avión del ejército con medicinas y equipos médicos para la Cruz Roja, 10 toneladas de trigo y materiales de abrigo para la población que perdió su hogar por la explosión.
También, la Comisión Europea agregó este domingo 30 millones de euros (35 millones de dólares) a los 33 millones de euros (40 millones de dólares) asignados el viernes para ayuda de emergencia al Líbano, anunció el comisario de Ayuda Humanitaria, Janez Lenarcic.
Israel, país con el que Líbano no mantiene relaciones diplomáticas, no participó pero tras la explosión propuso ayuda.
Turquía es otro de los países llamado a aportar colaboración.
La ONU estimó que sólo el costo de las necesidades sanitarias asciende a 85 millones de dólares.
Cansados de la crisis
Líbano lleva meses sumido en una crisis económica muy grave, marcada por la depreciación de la moneda, hiperinflación, despidos masivos y drásticas restricciones bancarias.
Este domingo, en la emblemática plaza de los Mártires, centenares de manifestantes se congregaron, esgrimiendo banderas libanesas, en medio de cantos patrióticos.
Más tarde, en una avenida que lleva al Parlamento, manifestantes lanzaron piedras y fuegos pirotécnicos hacia la policía, que replicó con disparos de gas lacrimógeno para dispersarlos, constató un corresponsal de la AFP.
Algunos trataron de escalar las imponentes barricadas interpuestas por la policía para proteger la calle que lleva al Parlamento.
El sábado miles de manifestantes se habían congregado en el centro de la ciudad.
Varios países enviaron socorristas y ayuda material al Líbano y promovieron iniciativas solidarias.