La hora del «impeachment» llegó, y el presidente Donald Trump, no hay duda, está irritado.
El temperamental inquilino de la Casa Blanca sabe que este 18 de diciembre de 2019 se convirtió en el tercer presidente de Estados Unidos que enfrentará un juicio político, algo que permanecerá como una mancha imborrable de su mandato. La fecha formará parte de los manuales escolares y los libros de historia.
Pero el presidente de 73 años, dotado de una energía poco común, un gusto innegable por la confrontación y un sentido político real, también aprovechó este día como base de otra pelea: las elecciones presidenciales del 3 de noviembre de 2020.
Ningún periodista lo vio el miércoles por la mañana en la Casa Blanca, y su agenda del día fue ligera. El mandatario no participó de ningún acto abierto a la prensa antes de salir a última hora de la tarde hacia Battle Creek, un pequeño pueblo de Michigan a 200 km de Detroit, donde habló en un mitin de campaña.
Como de costumbre, la mejor manera de tomarle el pulso al 45° presidente de Estados Unidos es visitar su cuenta de Twitter (@realDonaldTrump), con 67 millones de seguidores. Y si nos basamos en su actividad en la red social, parece que mantuvo la vista clavada en la pantalla de su televisor durante la mayor parte del día.
La actividad comenzó temprano, a las 07H34 de la mañana en Washington, antes de que comenzara a trabajar la Cámara de Representantes: «Pueden creer que hoy me acusarán la izquierda radical, los demócratas que no hacen nada, ¡Y NO HE HECHO NADA MALO!».
«Horribles mentiras»
Trump dedicó sus mensajes en la red social a citar a expertos invitados en Fox News, retransmitir ataques contra el exvicepresidente Joe Biden, su posible oponente demócrata en 2020, y agradecer los mensajes de aliento.
¿Nancy Pelosi, la líder de los demócratas en el Congreso? «Ella pasará a la historia como la peor presidenta de la Cámara que existe. ¡Ya la echaron una vez!», escribió.
En varios momentos, la exasperación la expresó en mayúsculas.
«TANTAS HORRIBLES MENTIRAS DESDE LA IZQUIERDA RADICAL, DEMÓCRATAS QUE NO HACEN NADA. ¡ES UN ATAQUE CONTRA ESTADOS UNIDOS Y UN ATAQUE AL PARTIDO REPUBLICANO!».
El exmagnate inmobiliario parece haber batido su propio récord de tuits enviados en un día desde que llegó al poder, y que había establecido la semana pasada con 123 publicados el jueves 12 de diciembre.
Pero el presidente, que terminó su miércoles con acusaciones por «abuso de poder» y «obstruir el buen funcionamiento del Congreso», votadas por la mayoría demócrata en la Cámara Baja, también utilizó su red social favorita para estimular a su base electoral.
El mandatario sabe que, a pesar de este día difícil, el futuro será favorable para él. En enero, el Senado dominado por los republicanos se unirá a su alrededor y seguramente lo declarará inocente.
Y después Trump reaparecerá en campaña, venderá este episodio como una victoria, la prueba irrefutable de que fue víctima de una caza de brujas «sin igual en la historia».
«Estos son uno hechos muy tristes para nuestro país, pero parecen ser muy buenos para mí políticamente», resumió, con una sonrisa, a fines de la semana pasada desde el Despacho Oval.