Vencedores el domingo del quinto juego, los Dodgers de Los Ángeles quedaron a solo una victoria del título de la Serie Mundial de béisbol, pero los Rays de Tampa Bay tienen poder y medios para forzar a un séptimo choque.
En la cancha neutral del Globe Field de Arlington (Texas), los Dodgers tendrán el martes la primera de sus dos oportunidades para conquistar el primer título de Serie Mundial desde el lejano 1988.
«Es la naturaleza humana«, declaró el lunes el manager de los Dodgers, Dave Roberts, reconociendo la ilusión que tienen por levantar el trofeo tras las derrotas en los Clásicos de Otoño de 2017 y 2018 ante los Astros de Houston y los Medias Rojas de Boston.
«Pero realmente no dejo que mi mente vaya ahí», afirmó. Tras descansar el lunes «empezaré a pensar en el sexto juego y eso es en todo lo que me centraré».
La victoria 4×2 del domingo en el Juego 5 podría ser determinante para definir el título.
Un total de 44 Series Mundiales han estado empatadas 2-2 y en 28 de esas ocasiones (el 63.63%) el ganador del Juego 5 ha conquistado el título, mientras que en 16 (el 36.47%) el que ha perdido ha logrado remontar para terminar ganando la eliminatoria.
Para el sexto partido del martes, Roberts y el mánager de los Rays, Kevin Cash, ratificaron como abridores al novato Tony Gonsolin y al zurdo Blake Snell, respectivamente.
¿Un séptimo juego?
Si la Serie llegara a un séptimo encuentro el miércoles, el conjunto de la Florida se inclinaría por otro de sus astros, el diestro Charlie Morton, mientras que los de California escogerían a Walker Buehler con cuatro días de descanso encima.
El astro de los Dodgers, Clayton Kershaw (2-0), de bastante buena actuación el domingo, podría salir del bullpen en caso de tener que garantizar un triunfo que los lleve al codiciado trofeo.
Kershaw, ganador de tres premios de pitcheo Cy Young, caminó el domingo cinco y dos tercios de entradas, en las que diseminó cinco hits y dos carreras con seis ponches, para llegar a 207 abanicados en postemporadas, la mayor cantidad para un lanzador. Dejó atrás a Justin Verlander (Astros, 205).
«Estoy muy emocionado ya que estamos a un triunfo de ganar la Serie Mundial, debemos seguir jugando como lo estamos haciendo«, señaló un entusiasmado Kershaw.
El «huracán» Arozarena
Los Rays han demostrado en estos playoffs que tienen la sangre fría para superar situaciones límite. En la serie divisional eliminaron en el quinto y último juego a los Yankees de Nueva York y en la serie de campeonato lo hicieron con los Astros de Houston en el séptimo.
«Esperamos ganar«, dijo el lunes un confiado Ryan Thompson, lanzador de los Rays. «Esperamos ganar los dos próximos partidos«.
«Seremos agresivos mañana«, avanzó el mánager Kevin Cash. «Si podemos de alguna manera conseguir una ventaja y limitarlos, tendremos a algunos de los tipos grandes de vuelta en el bullpen y estarán listos«.
«Esa es nuestra estrategia, tomar la delantera y luego ser agresivos hasta donde creamos que podemos limitar cualquier ofensiva«, subrayó.
La gran esperanza de Tampa Bay está en que el novato cubano Randy Arozarena siga haciendo estragos al pitcheo contrario.
Desconocido a nivel de Grandes Ligas, el estelar novato ha explotado en la postemporada e implantado varios récords.
Con un sencillo el domingo frente a Kershaw, el ‘huracán’ Arozarena estableció una nueva marca de hits conectados en una postemporada con 27, dejando atrás por uno al venezolano Pablo Sandoval (Gigantes, 2014).
También estableció el sábado un récord de jonrones con nueve en la postemporada y, desde que conectó su hit 23, dejó atrás a Derek Jeter (Yankees, 1996) como el novato con más imparables.
El cubano quiere seguir rompiendo marcas y alargar más allá del martes los playoffs, que culminan esta temporada recortada de 162 a 60 juegos por la pandemia de coronavirus.