El serbio Novak Djokovic, número uno del mundo y vigente campeón, derrotó este viernes, aunque no sin dificultades, al español Roberto Bautista, firmando su billete para su sexta final de Wimbledon.
Visiblemente incómodo con el juego de Bautista, Djokovic necesitó dos horas y 48 minutos para imponerse al español, 23º cabeza de serie, en cuatro sets por 6-2, 4-6, 6-3 y 6-2.
El serbio, de 32 años, que busca en Wimbledon su 16º título de Grand Slam, se enfrentará en la final a otro español, Rafael Nadal, o al suizo Roger Federer, que debían disputar por la tarde la segunda semifinal en la pista central del All England Club londinense.
Djokovic, cuatro veces campeón del Grand Slam inglés sobre hierba, comenzó controlando el partido, marcando el ritmo frente a un Bautista que fallaba al intentar buscar la línea de fondo.
Pero en la segunda manga pareció muy desestabilizado por el golpe plano y duro del español, de 31 años, que mostró gran concentración y resistía la presión pese a jugar por primera vez una semifinal de Grand Slam.
Con la confianza de haberle ganado dos veces este año, Doha y Miami, Bautista jugaba su mejor tenis y arriesgaba en la red. Los intercambios se hacía largos y cada punto, más difícil de ganar.
El serbio cometió varias dobles faltas y tras un enésimo error de precisión incluso soltó un gran grito de frustración.
Djokovic estuvo desconcentrado, molesto, resbaló tres veces y cambió en varias ocasiones de raqueta, le falló su legendario resto y más de una primera bola en los saques, pero acabó imponiéndose, ayudado por un Bautista que cometió graves errores en el último set.
«He tenido que ir a buscar fuerzas muy lejos para ganar, Roberto jugaba su primera semifinal, pero no se vio perturbado por la pista, por el acontecimiento», reaccionó después Djokovic.
«En el segundo set, él empezó a asentarse en el partido y a colocar sus saques. Los cinco primeros juegos del tercer set fueron ajustados y eso podría haber hecho girar el partido tanto de un lado como del otro», dijo aliviado el serbio, que pese a todo se declaró contento de sus resultados hasta ahora en un «torneo de ensueño».