El serbio Novak Djokovic (N.2 mundial) batió con autoridad a la leyenda suiza Roger Federer (N.3), con problemas físicos, por 7-6 (7/1), 6-4 y 6-3, para clasificarse a la final del Abierto de Australia, este jueves en Melbourne.
Vigente campeón y en busca de su 17º trofeo de Grand Slam, Djokovic jugará el domingo por el título con el ganador del duelo del viernes entre Dominic Thiem (N.5) y Alexander Zverev (N.7).
Djokovic, récord de títulos en el primer grande del año, ha ganado las siete finales que ha jugado. Si le hace falta motivación extra, el triunfo del domingo le serviría para reconquistar el número 1 mundial, en detrimento de Rafael Nadal, eliminado en cuartos por Thiem.
«Mis respetos para Roger por jugar esta noche cuando era obvio que estaba lesionado y lejos de su mejor movilidad», señaló ‘Djoko’, que jugará su 26ª final de Grand Slam.
Federer, de 38 años, tenía problemas en los aductores desde su partido de cuartos de final del martes. Este jueves pidió la asistencia médica tras el primer set.
«Empezó bien y yo estaba bastante nervioso, fue muy importante para mí ganar el primer set. Mentalmente me relajé», explicó el serbio.
A pesar de su dolencia, Federer comenzó entonado y valiente, rompiendo en dos ocasiones el servicio de Djokovic en la primera manga y teniendo varias opciones más.
El serbio superó el bache y dominó un ‘tie break’ de sentido único. «Las cosas podrían haber sido totalmente diferentes si gana esas bolas de break», reconoció el ganador.
«Con Roger sabes que el nivel será muy alto. Mete constantemente la presión, sobre todo subiendo a la red y yo no soy tan talentoso, por lo que tengo que intentar prolongar los intercambios», explicó.
Tras dejar pasar su oportunidad, Federer fue inferior en las dos mangas siguientes, cediendo en 2h18, casi la mitad en la primera (1h02).
Ahora Djokovic tiene 27 victorias por 23 derrotas en su balance personal con Federer.