El serbio Novak Djokovic clasificó el viernes a octavos de final del Abierto de Estados Unidos en una revuelta jornada en la que el coronavirus puso en peligro la eliminatoria entre Mannarino y Zverev y el cuarto sembrado, Stefanos Tsitsipas, cayó eliminado en la madrugada de Nueva York.
El partido entre el francés Adrian Mannarino y el alemán Alexander Zverev, quinto cabeza de serie, comenzó con un retraso de casi tres horas en la pista Arthur Ashe, la principal de Flushing Meadows, sin ninguna explicación oficial.
La polémica
Los tenistas relataron después que autoridades del estado de Nueva York trataron de evitar que el francés saltara a la pista por haber estado en contacto la semana pasada con su compatriota Benoit Paire, quien fue excluido el fin de semana del torneo por dar positivo por coronavirus.
Mannarino explicó que estaba a punto de acceder a la pista cuando responsables del torneo le dijeron que el departamento de Salud del estado de Nueva York había comunicado que el francés debía ser puesto en cuarentena en su habitación de hotel.
Mannarino y otra decena de jugadores que estuvieron en contacto con Paire habían firmaron un acuerdo con las autoridades de la ciudad de Nueva York que les imponía un refuerzo de la vigilancia sanitaria y las restricciones a cambio de competir en el torneo.
Este viernes, según Mannarino, fueron las autoridades del estado de Nueva York las que intervinieron en el caso y dictaminaron que no se le permitía jugar ante Zverev.
«Fue una situación extraña para mí. Estaba estirado en el sofá tratando de concentrarme para el caso de que fuera a la pista«, dijo.
Finalmente Mannarino fue autorizado a disputar el partido, que terminó perdiendo por 6-7 (4/7), 6-4, 6-2 y 6-2 ante Zverev, que enfrentará en los octavos de final al español Alejandro Davidovich.
«Fue (un tema) político, no fue algo de los jugadores», dijo Zverev.
La Federación estadounidense de tenis (USTA) se limitó a señalar que el retraso se debió a «cuestiones médicas» que no detalló.
Mannarino dijo este viernes que, con los nuevos protocolos, tendrá que mantenerse en cuarentena en su habitación durante toda una semana, lo mismo que está teniendo que hacer el resto del grupo.
Tsitsipas, eliminado de madrugada
En la búsqueda de su 18º título de Grand Slam, Djokovic derrotó al alemán Jan-Lennard Struff por 6-3, 6-3 y 6-1, manteniendo de paso su imbatibilidad en la temporada 2020, donde suma 26 victorias sin derrotas.
El número uno mundial jugará los octavos ante el español Pablo Carreño, número 27 de ATP, un rival al que ha vencido en sus tres enfrentamientos.
«Es un jugador muy sólido. No tiene grandes armas, pero tampoco agujeros en su juego», dijo ‘Nole’ sobre Carreño, ganador la semana pasada del Masters 1000 de Cincinnati en categoría de dobles junto al australiano Alex de Miñaur.
Carreño, semifinalista del US Open en 2017, superó este viernes al lituano Ricardas Berankis por 6-4, 6-3 y 6-2.
En el último partido de la jornada, el griego Stefanos Tsitsipas fue eliminado víctima de una espectacular remontada del croata Borna Coric, en un épico duelo que se alargó hasta pasada la 01H00 del sábado en Nueva York.
Coric, número 32 de la ATP, derrotó a Tsitsipas, número 6, por 6-7 (7/2), 6-4, 4-6, 7-5 y 7-6 (7/4) en cuatro horas y 36 minutos de juego.
Tsitsipas, que buscaba su primer título de Grand Slam a los 22 años, llegó a tener una ventaja de dos sets a uno y ventaja de 5-1 en la cuarta manga, pero desperdició seis pelotas de partido y se le esfumó la victoria de entre los dedos.
«¡Esto es probablemente lo más triste y lo más divertido al mismo tiempo que ha sucedido en mi carrera!», escribió Tsitsipas en Twitter después de su derrota.
Osaka retada por joven Kostyuk
En la categoría femenina Naomi Osaka, cuarta sembrada del torneo, tuvo que pelear más de lo previsto ante la joven ucraniana Marta Kostyuk para vencerla por 6-3, 6-7 (7-4) y 6-2.
Por tercer partido consecutivo, Osaka lució una mascarilla con el nombre de una víctima de la violencia contra población negra en Estados Unidos.
Este viernes la japonesa reivindicó a Ahmaud Arbery, el joven afroestadounidense de 25 años asesinado en febrero en Brunswick, Georgia (sur), cuando hacía ejercicio por un barrio residencial y dos hombres blancos, un padre y su hijo, le dispararon a plena luz del día.
«Me gustaría que todo el mundo sepa que esa muerte era completamente evitable. No tenía que haber pasado, ninguna de esas muertes debió pasar», dijo Osaka, que enfrentará en los octavos a la estonia Anett Kontaveit.
La japonesa es una de las principales favoritas en Nueva York ante la renuncia a participar de las dos primeras del ranking WTA, Ashleigh Barty y Simona Halep, y la temprana eliminación de la primera sembrada, Karolina Pliskova.