La Dirección General de Correos y Telégrafos, una institución que en 1945 tuvo su edificio propio, tras una construcción que costó Q572 mil 528.12, y que a lo largo de décadas fue el principal medio de correspondencia del Estado; se encuentra hoy sin prestar su servicio y con un futuro incierto, ante la duda de si todavía es rentable.
Su imponente edificio de la época de Jorge Ubico, ubicado en la 7 avenida 12-11 de la zona 1, es parte del patrimonio cultural del centro histórico de la ciudad, principalmente por su arquitectura, que resalta su amplio arco y un puente que sobre la 12 calle une las dos fases de oficinas —semejante al Arco de Santa Catalina, de Antigua Guatemala—. Es una institución creada para dar servicio de correspondencia, como envío de cartas, documentos y encomiendas.
Esta dirección pertenece al Ministerio de Comunicaciones, Infraestructura y Vivienda (Micivi); sin embargo, en 1998, por decisión del entonces presidente Álvaro Arzú, el correo dejó de funcionar como una empresa estatal y se convirtió en una concesión privada, al otorgarse a la compañía International Postal Service Ltd.
Los conflictos legales
Sin embargo, finalizado el plazo del contrato, surgió un vacío reglamentario por la interposición de varios recursos legales que llegaron incluso a la Corte de Constitucionalidad (CC), el motivo: las solicitudes de prórrogas para que el Correo siguiera brindando el servicio, mientras que el Congreso de la República afirmaba que le correspondía decidir si la empresa privada continuaba o no.
En un reciente campo pagado que publicó El Correo, la empresa externó a la opinión pública que ya no es concesionaria del Estado, pues tal facultad quedó extinguida con la decisión del Congreso de la República al no aprobar la prórroga del contrato original. Al carecer del respaldo de la concesión, CDG no puede seguir prestando servicios públicos del correo oficial y tampoco utilizar o mantener en su poder bienes del Estado. La única obligación legal de CDG es la de la restitución inmediata de los bienes y servicios de la concesión. Si CDG siguiera prestando los servicios estaría reteniendo tales bienes y servicios e incurriendo en perjuicio a los intereses del Estado y de continuar prestando los servicios sin concesión, también incurriría en una conducta delictiva, por estar prestando un servicio que compete al Estado.
Así las cosas, desde el mes de mayo fue despedido el personal que estaba asignado a las oficinas de los distintos departamentos, que actualmente contaba con 259 agencias en la capital e interior del país.
En la actualidad, dicha empresa se encuentra en la fase de liquidación de la concesión, aduciendo que ha respetado la ley y que la seguirá cumpliendo. No obstante, en mayo del 2014 se le impuso sanciones por incumplimiento de un contrato por Q13 millones.
El Correo de Guatemala señaló en el campo pagado que no acepta los señalamientos de irregularidades y de daños formulados. Si la DGCyT cuestiona que haya agencias postales que no estarían en condiciones óptimas para operar, ello no es causa legal para no prestar los servicios públicos que le corresponden y, menos, para pretender que CDG siga prestando servicios sin concesión. Para atender estas posibles irregularidades ha sido propuesta e integrada la Comisión de Liquidación.
Plan para recuperar el correo
Por su parte, en un comunicado de prensa publicado por el Micivi informaron que derivado de la paralización del servicio postal desde el pasado 19 de agosto, la Dirección General de Correos y Telégrafos (DGYT), en conjunto con el Ministerio de Comunicaciones están trabajando en un plan para recuperar el servicio postal y ponerlo a operar nuevamente, para evitar más inconvenientes a los usuarios del servicio.
En el documento agregaron que a partir del pasado 30 de agosto estarían habilitando las agencias ubicadas en la 12 avenida 24-77 de la zona 5, y la agencia central de la 7 avenida, ala norte del palacio de correos.
Aclaramos que dichas agencias estarán atendiendo solo la entrega de paquetería y correspondencia que no fue entregada a causa de la paralización del servicio. Por el momento no se contará con recepción de correspondencia hasta nuevo aviso, fue parte del mensaje enviado a los guatemaltecos.
A pesar de que en la actualidad ha mermado el servicio de correos, para algunas empresas sigue siendo importante su funcionamiento, principalmente para enviar diversos tipos de mensajes a particulares.
A principios del año 2,000 se estimaba la DGCYT recibía un promedio de 40 millones de documentos, que incluía encomiendas, cartas y los telegramas; que todavía siguen vigentes, porque se usan para citaciones de juzgados, o empresas que emiten avisos de cobros. Sin embargo, el flujo de este tipo de correspondencia fue disminuyendo por la existencia de otras empresas privadas que dan el mismo servicio, así como el avance de la tecnología y el surgimiento del correo electrónico y el chat.
No obstante la importancia del correo postal en el mundo, en el país existe la incógnita de si desaparecerán