La mandataria suspendida Dilma Rousseff aún quiere regresar al poder y ante una inevitable destitución de su cargo ahora agota su último cartucho: intentar cambiar de opinión al Senado.
Es una estrategia que se ve compleja, sin embargo, la Presidenta señalada de haber cometido crimen de responsabilidad en el maquillaje de fondos públicos. A través de una carta que leyó en vivo en Facebook desde el palacio presidencial en Brasilia, Rousseff sostuvo alguno de sus argumentos que ha repetido desde que comenzó el juicio político en su contra, como que el proceso para destituirla de su cargo equivalía a un golpe de Estado.
Luego hizo un llamado al senado, que la acusa de haber manipulado el presupuesto federal para asegurar su reelección: Pido a los senadores que no cometan una injusticia y me condenen por un crimen que no cometí, dijo.
Pero, ¿Qué tanto probable es que lo logre? La semana pasada 59 senadores votaron a favor de su proceso de reparación del cargo, mientras que solo 21 votaron en contra. Para la destitución permanente de Rousseff se requiere una mayoría de dos tercios, o 54 votos.
*Con información del NY Times y ElPaís.