Le han aclarado que si le mejoran la ficha a final de año será gracias a la renuncia a fichajes como el del internacional francés.
Recientemente han aparecido unas declaraciones de Neymar confensado que le gustaría mucho jugar con Paul Pogba en el Barcelona. Era una invitación al club a fichar al centrocampista francés de la Juventus que algunos han querido entender en clave de orden. Sin embargo, Neymar no ha tardado en recibir la respuesta del club a sus deseos, una respuesta que pasa porque vaya olvidándose de jugar con Pogba en el Barcelona.
Aunque es cierto que Pogba llegó a estar en el punto de mira del club azulgrana e incluso Josep Maria Bartomeu utlizó su apellido como reclamo electoral, lo cierto es que en este momento el FC Barcelona no está interesado en la estrella de la Juve. Por razones deportivas y también por impedimentos económicos evidentes.
Por un lado Luis Enrique no quiere introducir en su plantilla un elemento distorsionador que pudiera alterar su equilibrio. En la posición de Pogba ya está Busquets, a quien el técnico considera mejor jugador, y preferiría a un suplente de garantías antes que a una estrella que pudiera rebelarse si no juega todos los minutos que su nombre y cotización exigen. El técnico asturiano prefiere gastarse el presupuesto de fichajes en otras posiciones cuyo refuerzo considera más urgente. Y no ve necesario gastar 100 millones en un futbolista que estaría condenado a ser el suplente de lujo de Busquets.
Y por otro lado, el club no puede hacer frente a un fichaje de 100 millones, que parece que finalmente acabará jugando en el Chelsea, porque ese dinero lo necesita para mejorar los contratos de varios jugadores, entre ellos el propio Neymar. El club prefiere mantener a sus actuales estrellas contentas y con una mejora económica antes que abordar la incorporación indiscriminada de nuevos fichajes.