Desarrollan nuevo método no invasivo para evaluar arterias coronarias

Investigadores científicos desarrollaron un método no invasivo para evaluar las arterias de un paciente, detectar inflamaciones y posiblemente evitar enfermedades del corazón antes de que sean demasiado severas para ser tratadas, según un estudio publicado este miércoles.

Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte entre hombres y mujeres en Estados Unidos, y cada año unos 750.000 estadounidenses sufren un ataque al corazón.

Durante décadas, los doctores se han apoyado en tomografías y angiogramas para detectar enfermedades de arterias coronarias, que son donde tienen su origen los ataques al corazón.

Estas pruebas se concentran en hallar conductos que se han vuelto más estrechos debido al colesterol u otra sustancia, restringiendo el flujo de sangre al corazón. Pero estas pruebas están muy lejos de ser perfectas, y muchas veces se da con el problema cuando la condición del paciente es ya muy grave.

Además, el estrechamiento de las arterias no siempre es signo de un inminente ataque al corazón.

En realidad, la inflamación es la principal culpable de bloqueos en las arterias que causan los ataques al corazón, explicó el investigador Keith Channon, profesor de medicina cardiovascular en la universidad de Oxford.

«Y hasta ahora no había manera de detectar una inflamación en las arterias coronarias», dijo a los reporteros en una conferencia antes de que el estudio fuese divulgado en la publicación Science Translational Medicine. «Y aquí es a donde llegan nuestras últimas investigaciones», dijo.

El método trabaja analizando cambios en el tejido graso que envuelve a las arterias, conocido como grasa perivascular. Esta grasa se hace más líquida y menos grasosa cuando está cerca de una arteria inflamada, explicaron.

Utilizando una medida llamada Índice de Atenuación de la Grasa (FAI, por sus siglas en inglés), los investigadores han encontrado signos de inflamación de arterias en tomografías existentes.

También descubrieron que podían rastrear cambios en la grasa perivascular a través del tiempo, permitiendo a los médicos detectar signos tempranos que podrían prevenir accidentes cardiovasculares.

Sin embargo, todavía se necesitan más estudios para asegurar de manera rotunda que este nuevo enfoque puede predecir futuros ataques al corazón y salvar vidas. Los resultados finales de este estudio serán publicados a finales de año.

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