La evolución del pensamiento político desde el marxismo, en su juventud, hasta los ideales liberales que profesa y defiende hoy en día, es el tema central que se desarrolla en el libro Diálogos de conversos, publicado en noviembre del año pasado y escrito por Mauricio Rojas y Roberto Ampuero.
Al preguntarle a Rojas el porqué del nombre del libro, responde: Cuando los jóvenes se entusiasman con ideales de izquierda lo hacen no por militar políticamente, sino que lo hacen de una manera religiosa, con convicciones de tipo religioso ante algo que no es religión.
Rojas, quien fue entrevistado por Crónica, es político, historiador económico y escritor sueco de origen chileno. Fue parlamentario por el Partido Popular Liberal Sueco desde 2002 hasta noviembre de 2009.
En su juventud fue miembro activo del movimiento de izquierda. Dejó Chile en octubre de 1973 y se exilió en Suecia en enero de 1974, debido a la persecución política del régimen militar de la nación andina. En el país escandinavo rompió con el marxismo de su juventud y evolucionó hacia el liberalismo.
Su desencanto por el marxismo, relata el entrevistado, empezó cuando se dio cuenta de que la promesa de un mundo igual para todos no es más que eso, y en ese momento el sueño de rompió. Es necesario, asegura ahora, trascender para trabajar por un mundo mejor con herramientas que el liberalismo aporta.
De acuerdo con Rojas, la solución no está en retroceder a los viejos esquemas y ensueños que han empobrecido y violentado a los países latinoamericanos, sino en reformar y perfeccionar sin tregua la cultura de la libertad, enriqueciendo las conquistas materiales con una intensa vida cultural y espiritual, que humanice cada vez más las relaciones entre las personas, estimule la solidaridad y la voluntad de servicio entre los jóvenes, y amplíe esa tolerancia para la diversidad que permita cada vez más a los ciudadanos elegir su propio destino, practicar sus costumbres y creencias, sin otra limitación que la de no infligir daño a los demás.