Por segunda vez esta semana se ha detenido el avance del caso conocido como “Agua Mágica” para el lago de Amatitlán, debido a problemas de depresión que sufre el empresario Uri Roitman, propietario de la empresa israelí M Taric Engineering, que vendió una fórmula de agua para limpiar el lago, la cual resultó ser un engaño de Q137 millones para el Estado.
En el caso está implicada también la ex vicepresidenta, Roxana Baldetti, su hermano Mario Alejandro y 13 personas más, entre ellas Roitman, cuya defensa alega que tiene trastornos mentales. Una experta del Inacif hizo una evaluación de acusado y concluyó en que padece de un trastorno depresivo, y estima que necesita cuatro semanas para recuperarse, pero ha negado que sea mentalmente incapacitado para enfrentar el juicio.
Sin embargo, el Juez de Mayor Riesgo C, Víctor Herrera, decidió suspender la audiencia dentro de este proceso que se encuentra en la etapa intermedia, y no ha avanzado con la celeridad necesaria por inconvenientes y recursos.
El caso forma parte de los múltiples escándalos de corrupción que han descubierto el MP y la CICIG desde 2015. Las pruebas realizadas a la famosa Agua Mágica, comprobaron que en realidad se trataba de un fórmula de agua con sal, que no podía limpiar de contaminación el lago de Amatitlán.
La vicepresidenta Baldetti, hizo bromas en su momento, explicando a la prensa que el lago quedarían tan puto, que invitaría a los reporteros a comer una mojarrita. La ex funcionaria está acusada en al menos cuatro casos destapados desde entonces y podría ser condenada a varias décadas de cárcel. Sin embargo, la mayoría de procesos han sufrido retrasos, aparentemente como parte de una estrategia por postergarlos lo más posible.