La plataforma de streaming DAZN (que en inglés se pronuncia «Da Zone», «La zona»), ya presente en nueve países, anunció su lanzamiento en unos 200 países y territorios, convirtiéndose así en el primer servicio mundial de video deportivo en línea y en directo.
De forma inmediata la plataforma solo ofrecerá boxeo comentado en inglés, según informó en un comunicado. Pero DAZN describió la oferta como la «primera fase» de su desarrollo a nivel mundial.
Según una fuente cercana al dossier, el precio del abono oscilará entre los 5 y 15 dólares por mes, dependiendo del mercado. La fuente indicó que el servicio ofrecerá combates «todos los fines de semana».
El servicio ya proponía un abono más completo en nueve países, donde controla a veces los derechos de televisación de diferentes deportes.
En Canadá, DAZN posee los derechos del campeonato profesional de fútbol americano NFL, y acaba de adquirir una buena parte de la Liga de Campeones para el mercado alemán, un acuerdo que entrará en vigencia a partir del torneo 2021-2022.
Para alimentar el nuevo servicio propuesto, a partir de la primavera boreal el grupo dependerá de acuerdos con promotores de boxeo, principalmente Golden Boy Promotions (Canelo Álvarez), Matchroom Boxing USA (Anthony Joshua) y GGG Promotions (Gennady Golovkin).
El primer evento disponible en el conjunto de mercados de DAZN será el 2 de mayo, un combate del peso mediano mexicano Saúl «Canelo» Álvarez, que ya obtuvo un título mundial en cuatro categorías de peso diferentes.
Actualmente DAZN cuenta con unos ocho millones de abonados pagos, según la fuente. Con un inmenso potencial de crecimiento, la difusión en streaming de eventos deportivos en línea a nivel internacional chocaba hasta ahora con dos obstáculos mayores.
Uno concierne los derechos de difusión, que muchas veces son vendidos por país y no a nivel mundial. El segundo está vinculado a la necesidad de disponer de una plataforma que técnicamente pueda soportar millones de conexiones a un solo evento difundido en directo.
Varias plataformas ya fueron víctimas de fallos durante partidos de la Copa del Mundo de fútbol, sobre todo la del gigante estadounidense del deporte televisado ESPN, o la de la cadena británica BBC.