Una empresa estatal cubana y una compañía privada del Reino Unido anunciaron este lunes la creación conjunta de una firma biotecnológica, en momentos en que Washington arrecia sus sanciones contra las entidades extranjeras que negocian con la isla.
Biofarma Innovations, formada por la estatal cubana BioCubaFarma y la británica SG Innovations Ltd., tendrá su sede en Reino Unido y permitirá «el desarrollo y comercialización en Europa» de medicamentos cubanos patentados, entre ellos algunos usados para tratar la covid-19, según un comunicado divulgado en La Habana.
Havin Bank International
La empresa cubano-británica se crea días después de conocerse que el único banco cubano en el extranjero, Havin Bank International, con sede en Reino Unido, fue incluido por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos en la lista de empresas prohibidas de negociar con firmas estadounidenses.
El presidente de Biofarma Innovations será el británico David Triesman, quien es uno de los directores del sancionado Havin Bank, según consta en la página web del grupo de negocios e inversiones Salamanca Group, con sede en Londres, del que Triesman también es director.
En «el momento en que las demandas en la industria de la salud nunca han sido mayores y la necesidad de nuevos medicamentos es más urgente, estoy tremendamente entusiasmado con la contribución que esta nueva empresa puede hacer», dijo Triesman, citado por el diario oficial Granma.
El grupo cubano BioCubaFarma cuenta con empresas que desarrollan y comercializan medicamentos y vacunas contra el cáncer y otras enfermedades. Ya ha conformado empresas mixtas con China, España, Tailandia y Singapur.
Trump
Desde que llegó al gobierno en 2017, el presidente republicano Donald Trump revirtió la política de acercamiento promovida por su predecesor, el demócrata Barack Obama.
Trump endureció el embargo que Washington aplica contra La Habana desde 1962, con medidas que obstaculizan a la isla la compra de combustible, además de permitir demandas en tribunales estadounidenses a firmas extranjeras que utilicen en Cuba bienes nacionalizados por la revolución de Fidel Castro.
La Casa Blanca acusa al gobierno cubano de oprimir a sus ciudadanos y de apoyar militarmente a Nicolás Maduro en Venezuela, y busca mediante las sanciones la caída del socialismo en la isla. Cuba rechaza las acusaciones y considera las medidas como «genocidas».