El Real Madrid volvió a dar vía libre al Atlético de Madrid en el liderato de LaLiga Santander tras toparse con el Levante (1-2) en la jornada 21, un duelo condicionado por la temprana expulsión de Militao y por el atrevimiento de los granotas, que parecen tener tomada la medida al vigente campeón de Liga con tres victorias en sus cinco últimos enfrentamientos.
El título se empieza a escapar y los blancos hacen muy poco por impedirlo. Este sábado se vieron ‘castigados’ por el VAR, estuvieron a punto de resucitar con un penalti parado por Courtois, pero terminaron hincando la rodilla ante la pujanza de los valencianos, más capaces y más dominadores ante la impotencia de los pupilos de Zidane.
Confinado
El técnico francés volvió a ver el partido desde el salón de su casa, aislado por el COVID, y no pudo corregir el desaguisado creado por la acción imprudente de Militao en el día que más bajas había en defensa.
Ni en el primer acto, ni en la traca final, cuando decidió retirar a Benzema como si su equipo fuese ganando. No arriesgó en absoluto cuando sus rivales comienzan a no levantar el pie del acelerador.
- La velocidad del Atlético es de crucero, incesante en su pelea por volver a ser campeón de Liga, mientras que el Real Madrid da una de cal y otra de de arena.
- Si bien recuperó la ilusión en Vitoria (1-4) hace siete días, este sábado echó por tierra cualquier brote verde posible.
- Ni tan siquiera el ‘recuperado’ Hazard, al que el campo se le hizo grande jugando con uno menos.
- Ni en la fase de ‘tirar la casa por la ventana’, ni tan siquiera en ese momento tan del Madrid hubo un despertar.
Sin cumplir lo planeado
Vinicius, que sigue sin cumplir las expectativas, y Mariano fueron el argumento final del 13 veces campeón de Europa, minimizado desde que el árbitro del encuentro decidiese expulsar a Militao por trabar a Sergio León después de una consulta en el VAR.
Sin embargo, el gol no puso nervioso al Madrid, que encontró el 1-0 a los pocos minutos gracias a un pase telescópico de Kroos que aprovechó Asensio.
El balear culminó una carrera de 40 metros y puso en ventaja a los suyos, aunque el Levante, que estaba cocinando el partido a fuego lento, no se impacientó.
A la media hora igualó el envite con un centro de Miramón que remató -con bote incluido- un certero Morales. El comandante demostró que los blancos se le dan bien y puso justicia en el marcador.
Antes del gol, Roger avisó con dos disparos consecutivos que detuvo Courtois y también Asensio perdonó con una volea el que hubiera sido 0-2. Ahí se le fue el partido a un Real Madrid cuyos enteros bajaron considerablemente en la segunda mitad.
No hubo un solo acercamiento con peligro que volvió a ser ‘castigado’ por el videoarbitraje en una acción totalmente dudosa.
Var, penalti, parada y gol de Roger
Vinicius pisó a Clerc -presumiblemente- en la línea, aunque al árbitro no le hizo falta ni tan siquiera revisar la imagen. Recibió la orden por el pinganillo y mandó a los granotas a los 11 metros.
Courtois dio una vida extra al Real Madrid con una gran parada a tiro de Roger. Una opción más para los de Zidane, que nunca dieron la sensación de querer ir a por el partido con la decisión que se le presupone al campeón de Liga.
Para colmo de los locales, en una jugada ensayada, el Levante firmó el definitivo 1-2 en botas de su mejor hombre: Roger Martí, que definió con autoridad en el corazón del área un balón medido del recuperado Bardhi.
Modric pudo haberla cortada pero el croata no lo consiguió y el gol subió al marcador. El cuadro blaugrana ya tenía el premio gordo para dejar muy ‘tocado’ al Real Madrid.