Buenos Aires, Argentina | AFP |
La expresidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner (2007-2015), líder de la oposición al presidente Mauricio Macri, lanzó el sábado su candidatura al Senado para las elecciones legislativas de medio término del 22 de octubre.
«Hay que ponerle un límite al gobierno», había arengado el martes Kirchner (64 años) ante casi 40.000 partidarios en el acto de presentación de la flamante coalición Unidad Ciudadana (UC, peronistas y centroizquierdistas) en un estadio de fútbol.
Tal como es su costumbre de usar en política el factor suspenso, Kirchner mantuvo el suspenso sobre su decisión de postularse hasta sólo tres horas antes del cierre del plazo legal.
La imagen de Macri (58 años), cayó 20 puntos desde que asumió con un 65% hace 18 meses, pero aún cuenta con un electorado fiel que rechaza a Kirchner, cuya fuerza radica en los distritos obreros y de clase media baja que rodean a la capital argentina.
Macri es el político más popular del oficialismo y Kirchner conserva un 30% de intención de voto en el distrito bonaerense. El macrismo también ronda el 30% de apoyo en la provincia que es clave para ganar una elección en Argentina. Están muy por delante del resto de competidores.
– Peronismo dividido –
«Mucha gente, si ve amenazante la victoria de CFK (Kirchner) es posible que se vuelque hacia quien pueda ponerle un límite», dijo a la AFP el sociólogo Luis Costa, director de la consultora Quiddity, al señalar el rechazo de sectores medios y altos a la exmandataria.
Unos 34 millones de argentinos deberán renovar el 22 de octubre la mitad de la Cámara de Diputados y un tercio del Senado.
Un tercero en discordia en los comicios es el peronista de centroderecha Sergio Massa, exjefe de gabinete de Kirchner. «La verdadera polarización será de Kirchner con Massa, con la mira puesta en las presidenciales de 2019», dijo a la AFP el sociólogo y consultor Raúl Aragón.
El Congreso está controlado por el peronismo, pero se divide en corrientes que van desde la derecha, aliada del macrismo, a la debilitada centroizquierda. Los peronistas marchan divididos a las legislativas.
Macri intentará conservar su condición de segunda fuerza parlamentaria y ampliar sus bancadas con aliados centristas.
Su mayor obstáculo es que la economía sigue estancada, con caída del consumo, las exportaciones y la producción industrial, salvo la de cemento, mientras que el déficit fiscal aumenta tanto como el multimillonario endeudamiento para financiarlo y no cesan los despidos con cierres de fábricas y comercios.
– Amores y odios –
Kirchner fue una combativa militante peronista de izquierda en la década de los años 70. Despierta pasiones encontradas. O la aman o la odian. Es una fogosa oradora, pero el macrismo la ha denunciado en la justicia por supuesta corrupción.
Ella se considera una perseguida por jueces que, según dice, responden al gobierno.
Kirchner, que logró insertarse en los sectores más vulnerables de la sociedad, fue una aliada estratégica del fallecido presidente de Venezuela Hugo Chávez y del expresidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva. Es una enérgica crítica del Fondo Monetario Internacional y del poder de los mercados financieros.
Antes de las legislativas, los votantes serán convocados el 13 de agosto para confirmar las candidaturas en comicios primarios, en los que no hay lucha interna porque las agrupaciones van con listas únicas, y que dan una idea clara de las tendencias del electorado.
– Clamor por CFK –
En 2011, Kirchner fue reelegida con el 54% de los sufragios. Acaban de fracasar febriles negociaciones que mantuvo con su exministro de Transporte e Interior Florencio Randazzo, otro peronista de centro y cuarto actor del comicio bonaerense.
Randazzo se presentará con el sello del Partido Justicialista (PJ, peronista). «Kirchner encarna la oposición peronista. Randazzo es de un sector conservador, muy antiguo y desprestigiado», afirmó a la AFP el analista político y económico Pablo Tigani, de la consultora Hacer.
Kirchner plantea un retorno a las políticas estatistas e industrialistas de su gobierno. Su retorno a la política era un clamor en el peronismo antimacrista.
Pero la ruptura peronista favorece al macrismo. Más que sus candidatos, los estandartes de la campaña en la estratégica provincia serán Macri y la gobernadora, María Eugenia Vidal.
«La llave para sobrevivir a la elección en el oficialismo la tiene Vidal. Es la dirigente con mejor imagen e imagino una campaña muy pegada a su gestión», dijo a la AFP Costa.