Cristiano Ronaldo siempre es protagonista. Ya lo había sido el pasado sábado cuando, después de que el Real Madrid se coronase campeón de la Champions, el portugués dejó una frase que sonó a despedida: «No puedo asegurar que vaya a estar el año que viene en el Real Madrid. Hablaré en los próximos días».
Sin embargo, hoy, durante las celebraciones en la Plaza de Cibeles, Ronaldo se contagió de la alegría de sus compañeros, matizó su discurso y envió un mensaje esperanzador a los seguidores blancos: «Gracias chicos, y hasta el próximo año».
A diferencia del sábado, al portugués se le vio emocionado en todo momento. Se apoderó del micrófono y dirigió las celebraciones. Cantó, gritó y hasta se tomó fotos con sus seguidores. «Gracias por estar aquí esta tarde. Hicimos historia gracias a vosotros que siempre nos apoyaron, es un momento de felicidad y estamos muy contentos y ¡Hala Madrid!», dijo Ronaldo hacia la afición madridista que abarrotaba la plaza.
El buen ánimo de Ronaldo y de todo el Real Madrid fueron el sello de hoy durante los festejos. El punto de inicio fue la Catedral de la Almudena. La plantilla volvió a ofrecer a la Virgen de la Almudena una Liga de Campeones más: la decimotercera.
Al terminar, se dirigieron a la sede de la Real Casa de Correos, en Puerta de Sol. Allí fueron recibidos por el presidente de la Comunidad, Ángel Garrido. Tras un breve discurso de Florentino Pérez y Sergio Ramos, los futbolistas salieron al balcón principal de la Comunidad. En los exteriores, cientos de hinchas ansiaban verlos.
El capitán blanco fue el primero en aparecer. Lo hizo con la ‘Orejona’ en manos. Tras él apareció Marcelo y, entre ambos, alzaron el trofeo. «Hemos hecho historia y esto es para todos ustedes», dijo Ramos. El público estalló de júbilo.
La agenda debía continuar. La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, aguardaba por ellos en la sede del Ayuntamiento. Tras los saludos correspondientes, la alcaldesa agradeció al equipo merengue la hazaña conseguida por tercera vez consecutiva. «Gracias a todos los que hacen posible este milagro, más incalculable y superior que nunca, nada menos que tres copas Champions seguidas», señaló.
Finalizada la visita al Ayuntamiento, los jugadores cambiaron de autobús, subiéndose a un descapotable para dirigirse a la Plaza de Cibeles. Allí esperaban un número mayor de fanáticos. Durante el trayecto, los jugadores no paraban de festejar. Como siempre el más alegre era Marcelo.
A medida que se acercaban a Cibeles, la buena vibra aumentaba. Los aficionados no dejaban de alentar. El «¡Hala Madrid!» se escuchaba en cada rincón de la plaza. Una vez allí, Sergio Ramos y Marcelo, escalaron hasta la cabeza de la diosa Cibeles y colocaron una bufanda del Real.
Lo mejor estaba por venir en el Santiago Bernabéu. Los hinchas madridistas les dieron un apoteósico recibimiento a los campeones. Las luces, la música y los fuegos artificiales eran el complemento perfecto para la fiesta. Uno a uno, los jugadores fueron apareciendo en el centro del campo. Cristiano Ronaldo fue uno de los últimos en salir. Cuando apareció, el portugués reafirmó la esperanza que había dado horas antes a sus seguidores, besando el escudo del Real Madrid. «Es un orgullo estar en el club mas grande del mundo», afirmó emocionado, cogiéndose el rostro.
Sus compañeros lo abrazaron y cantaron «¡Cristiano quédate, Cristiano quédate!», logrando un eco en todo el Bernabéu. El portugués prosiguió: «Me siento a gusto, gracias a todos por el cariño».
La fiesta madridista concluyó con un paseo de todos los jugadores por el terreno de juego, con la ‘Orejona’ siempre rotando de mano en mano. Un escenario perfecto para celebrar un hecho histórico que nadie había logrado desde que el Bayern Munich lo hiciera en 1974: ganar tres Champions seguidas.