- ¿Casualidad, buenas intenciones o parte de un plan perverso? El Tribunal Supremo Electoral sigue bajo fuego y cabe esperar una nueva irrupción de la «justicia»…
Los cinco magistrados suplentes del Tribunal Supremo Electoral (TSE) se negaron nuevamente a acudir este viernes a un pleno convocado por la presidenta en funciones, Blanca Alfaro, única titular en el cargo, luego de los embates del Ministerio Público (MP) que tienen a cuatro magistrados titulares alejados apartados por enfrentar un caso penal.
El Tribunal Supremo Electoral (TSE) una grave crisis institucional. Como la única titular activa, Blanca Alfaro, ha asumido la presidencia, pero enfrenta la oposición de los magistrados suplentes, quienes consideran que su liderazgo no es legítimo y buscan asumir el control del tribunal.
El TSE se ha visto bajo presión de parte del sistema de justicia desde las elecciones generales del 25 de junio de 2023, cuando el Ministerio Público inició sus acciones para declarar fraude e impedir que el Movimiento Semilla y Bernardo Arévalo pudieran continuar en la contienda electoral. Al ganar la segunda vuelta el candidato anticorrupción, las acciones se intensificaron y el TSE fue uno de los blancos, con allanamientos y acusaciones de corrupción en contra los magistrados titulares.
Postura de las partes
Los suplentes han argumentado que la continuidad de Alfaro como presidenta contraviene el equilibrio interno del TSE. En una reunión reciente, señalaron que, dada la situación excepcional, ellos deberían asumir mayor responsabilidad para garantizar la estabilidad del órgano electoral. Esta postura también está respaldada por sectores que buscan debilitar al TSE debido a los cuestionamientos surgidos durante las elecciones generales de 2023.
Alfaro ha defendido su posición, bajo el argumento de ser la única magistrada titular en funciones, argumentando que su permanencia como presidenta es esencial para mantener la institucionalidad del tribunal en este momento crítico. Afirmó que cualquier intento de desplazarla responde a intereses que buscan desestabilizar al TSE y afectar su independencia.
En un comunicado oficial, el TSE informó lo siguiente: » En atención al artículo 125 literal t) de la LEPP y del artículo 71 de la Ley del Organismo Judicial que regula sobre el abandono de funciones, ningún funcionario o empleado dejará su cargo, aunque se le haya admitido la renuncia o cumplido el tiempo de su servicio, sino hasta que se presente su sucesor. En el presente caso, por la imposibilidad material que tiene el magistrado Gabriel Vladimir Aguilera Bolaños de asumir la Presidencia que le corresponde del 6 de enero 2025 al 20 de marzo del 2026 de conformidad con el acuerdo 10-2021 sobre la alternancia de Presidencia de TSE. Por lo que, para salvaguardar la institucionalidad, la magistrada Blanca Alfaro, al ser la única magistrada titular, continúa ejerciendo la Presidencia en funciones».
Alfaro sostiene que los magistrados titulares solamente tienen suspensión para ejercer el cargo, «pero continúan manteniendo la titularidad», por tanto, gozan de las preminencias y calidades del cargo. Además, destaca que «los magistrados suplentes no pueden convocar a Pleno, solamente actúan cuando se les convoca y se integra por sorteo para conocer asuntos determinados.
Sin embargo, los cinco magistrados suplenentes, Marlon Josué Barahona Catalán, Álvaro Ricardo Cordón Paredes, Noé Adalberto Ventura Loyo y Pablo Adolfo Leal Oliva, no han acudido a dos citaciones realizadas los días jueves y viernes a las 6:00 horas.
Contexto judicial y político
La situación se complica por los procesos legales en curso contra los magistrados titulares por la presunta sobrevaloración del sistema TREP, una compra que costó Q148.8 millones. El Ministerio Público y el Congreso han avanzado en retirarles la inmunidad, mientras que algunos partidos políticos han expresado respaldo a las investigaciones en aras de la transparencia. Sin embargo, también han surgido críticas sobre la manera en que se han manejado los antejuicios, planteando dudas sobre el debido proceso y la finalidad que tiene el MP en este caso en particular.
La crisis en el TSE pone en riesgo la capacidad del tribunal para operar de manera efectiva en un momento en que se debaten reformas a la Ley Electoral y de Partidos Políticos. La falta de un liderazgo claro y la tensión interna dificultan la implementación de medidas urgentes para garantizar la transparencia y confianza en el sistema electoral.
La incertidumbre continuará mientras no se logre un consenso entre los magistrados suplentes y Blanca Alfaro. Este episodio refleja la fragilidad institucional del TSE, institución que quedó debilitada por el último proceso electoral, en donde primero parecieron ser parte de la cooptación institucional que se dio durante la administración de Alejandro Giammattei, pero luego marcaron distancias y actuaron de manera independiente, lo que provocó la arremetida del sector justicia en su contra.
La acción de los magistrados suplentes, confrontados en vez de buscar una solución al problema, hacen dudar sobre la intención que pueda estar detrás de su rechazo y muchos de sus criticos señalan que están actuando para perjudicar al TSE y, eventualmente, colaborar con el MP en su intento por lograr armar el caso de supuesto fraude electoral en 2023.
En todo caso, no se descarta que los magistrados suplentes acudan a la Corte de Constitucionalidad (CC), que suele tener resoluciones que favorecen a las intenciones del MP.