La Corte Suprema de El Salvador ratificó la sentencia de 10 años de prisión contra el expresidente Elías Antonio Saca (2004-2009) por malversación de fondos públicos y lavado de dinero, quien además deberá devolver al Estado más de 260 millones de dólares.
«Ayer, la Sala de lo Penal (de la Corte de Justicia) ha confirmado lo que he exigido como fiscal general», escribió este viernes en su cuenta en Twitter el fiscal general de El Salvador, Raúl Melara, sobre la decisión tomada el jueves por el máximo tribunal salvadoreño.
Un tribunal condenó en septiembre de 2018 a Saca y seis de sus colaboradores cercanos, después de que confesaran que defraudaron millones de dólares.
El expresidente Saca, además de su pena carcelaria «debe devolver» 260.7 millones de dólares defraudados, destacó Melara.
«Bajo mi gestión, este será el único destino de aquellos que roben el dinero de los salvadoreños», enfatizó Melara en referencia a la pena en prisión y a la devolución de lo robado.
El fiscal recordó que la red integrada por «funcionarios corruptos durante el gobierno de Saca robó más de 300 millones (de dólares)». «¿Cuántas escuelas, hospitales, programas sociales dejaron de beneficiar a los salvadoreños», se preguntó el fiscal general.
En su fallo, la Corte también ratificó la condena de 10 años de prisión para el exsecretario privado de Saca, Elmer Charlaix, quien deberá devolver 15 millones de dólares.
El exsecretario de Comunicaciones, Julio Rank, purgará cinco años de cárcel y tiene que pagar al Estado 8,3 millones de dólares, mientras que el exsecretario de Juventud, César Funes, cinco años de prisión y 886.697 dólares.
El extesorero de casa Presidencial, Jorge Herrera, le fijaron 3 años de cárcel y devolver tres millones de dólares, mientras que para el exgerente financiero de la Presidencia, Francisco Arteaga, seis años de cárcel y la devolución de seis millones de dólares.
El otrora auxiliar contable, Pablo Gómez, le confirmaron cinco años de cárcel y un monto a devolver de 5 millones de dólares, por negarse a someterse al procedimiento abreviado ante la Fiscalía.
Saca fue el segundo expresidente en ser procesado por corrupción en El Salvador, el primero fue Francisco Flores (1999-2004), también acusado por desviar 15 millones de dólares donados por Taiwán. Flores, que guardaba arresto domiciliar, falleció de un paro respiratorio el 31 de enero de 2016.
En agosto pasado, la Fiscalía salvadoreña acusó al expresidente Mauricio Funes (2009-2014), junto a 31 colaboradores y familiares, acusados todos de lavado de dinero y peculado de al menos 351 millones de dólares.
Funes permanece desde 2016 en Nicaragua, país que rechazó un pedido salvadoreño de extradición, país que el pasado 30 de julio le otorgó la nacionalidad junto a su pareja, Ada Mitchell Guzmán, y a dos de sus hijos.