La Corte Constitucional rusa dio su acuerdo el lunes a la amplia reforma propuesta por el presidente Vladimir Putin, que le dará el derecho de dirigir el país durante otros dos mandatos cuando termine el actual en 2024.
La jurisdicción publicó en su web el fallo en el que estima que el proyecto de reforma está conforme a la legislación, pese a las críticas de los opositores al Kremlin, que denuncian un intento de Vladimir Putin de convertirse en un «presidente de por vida».
Esta reforma todavía tiene que ser validada en un «voto popular» el 22 de abril. Por ahora, esta consulta no ha sido postergada, pese a que las autoridades rusas han multiplicado las restricciones a las reuniones públicas debido a la epidemia del nuevo coronavirus.
La Corte Constitucional ha sido muy rápida para aprobar la reforma, puesto que Putin promulgó el proyecto el sábado, unos días después de ser adoptado por los diputados y luego por los senadores.
En enero, Vladimir Putin sorprendió a todo el mundo al anunciar esta reforma constitucional, a la que siguió inmediatamente la dimisión del primer ministro, Dmitri Medvedev.
En un principio, la reforma tenía que reforzar los poderes del ejecutivo y del Consejo de Estado, un órgano hasta ahora más bien consultivo.
La semana pasada, una nueva enmienda se sumó inesperadamente al proyecto, cuando estaba en segunda lectura de los diputados: con ella, Putin puede «poner a cero» el contador de mandatos presidenciales después de esta reforma, cuando de hecho la ley rusa no le permitía volverse a presentar en 2024.
En teoría, Putin, de 67 años y en el poder desde 2000, podría permanecer en el Kremlin hasta 2036.
El texto aprobado por la Corte Constitucional señala que, cuando entre en vigor la ley, el presidente ruso en funciones podrá «participar como candidato» en las próximas elecciones presidenciales rusas.
Golpe de Estado
La oposición rusa condenó un «golpe de Estado» y el principal adversario del Kremlin, el abogado Alexéi Navalni, denunció esta reforma que permitía, si Putin llevaba a término los dos mandatos adicionales a los que está autorizado, permanecer más tiempo en el Kremlin que el dirigente soviético Joseph Stalin.
Miles de personas, intelectuales, escritores, científicos o simples ciudadanos firmaron una carta abierta, publicada el lunes, para denunciar «un golpe de Estado anticonstitucional bajo una forma pseudolegal».
Sin embargo, la movilización en la calle es baja y solo varios cientos de personas protestaron en el país mediante «piquetes en solitario», la única forma legal en Rusia de manifestarse sin pedir la autorización de las autoridades.
Durante estas protestas, una treintena de estos manifestantes fueron detenidos el sábado en Moscú, y una veintena en San Petersburgo (noroeste).
La movilización se ha vuelto más complicada después de prohibirse las concentraciones de más de 5,000 personas la semana pasada en Moscú, debido a la epidemia del coronavirus.
La reforma constitucional tenía que afectar inicialmente al sistema político, reforzando el poder del ejecutivo. También cambia los derechos socioeconómicos, ya que garantiza un salario mínimo y un ajuste de las pensiones.
Consolida también la visión conservadora de Rusia con la mención de la «fe en Dios» y el principio de un matrimonio solo posible entre un hombre y una mujer.