Convalecencia del Papa Francisco; su vida estuvo en peligro (doctores)

  • La vida del papa estuvo en peligro: hubo un momento en el que los médicos sopesaron posibilidad de «dejarlo ir».
  • El Pontífice convalece y continúa con el tratamiento farmacológico y fisioterapia respiratoria y motora. Por el momento, no recibe visitas y aún no se han tomado decisiones sobre su agenda para las próximas semanas.

Vaticano News

Salvatore Cernuzio

La convalecencia del Papa Francisco, que podría durar «dos meses» según afirmaron los médicos Sergio Alfieri y Luigi Carbone, mientras continúa entre terapia farmacológica, fisioterapia motora y respiratoria (esta última en particular para la recuperación de su voz), con momentos de oración personal y la misa que ha concelebrado en la capilla de Casa Santa Marta.

Este martes se conocieron detalles de sus momentos críticos durante la hospitalización de 38 días. Todos éramos conscientes de que la situación se había deteriorado aún más y de que existía el riesgo de que no saliera adelante». 

En una entrevista concedida al periódico italiano «Il Corriere della Sera», Alfieri explicó que «tuvimos que elegir entre parar y dejarle ir o forzar e intentarlo con todos los fármacos y terapias posibles, corriendo el altísimo riesgo de dañar otros órganos. Y al final tomamos este camino», subrayando que la decisión fue del Papa.

En la entrevista, el médico expone que «desde el primer día nos pidió que le dijéramos la verdad y quiso que le dijéramos la verdad sobre su estado». Incluso en la comunicación, relata el médico, «enviamos el parte médico a los secretarios y ellos añadieron el resto de información que luego el Papa aprobó, nunca se cambió ni se omitió nada. Ahora tiene personas que son como miembros de su familia, siempre están con él».

El domingo, Francisco logró asomarse a un pequeño balcón del centro sanitario para saludar a las tres mil personas congregadas en la plaza y una breve parada en Santa María la Mayor, regresó a su casa en el Vaticano y allí comenzó el período de recuperación y reposo. 

Terapias, fisioterapia, oxigenación

«Está cumpliendo la convalecencia en los términos descritos por los médicos el sábado», explicó la Oficina de Prensa de la Santa Sede. Alfieri y Carbone (director del equipo que ha seguido al Papa durante su estancia y médico de referencia del Santo Padre, respectivamente) puntualizaron que Francisco deberá continuar con terapia farmacológica «durante mucho tiempo todavía y por vía oral» y fisioterapia motora y respiratoria a tiempo completo (la misma a la que se sometió durante su estancia en el Gemelli).

A continuación, se reiteró la solicitud de suspender temporalmente tanto las reuniones individuales como grupales, así como la disponibilidad de atención las 24 horas del día para satisfacer las «necesidades», comenzando por el suministro de oxígeno, y la intervención en caso de urgencia. Este servicio está garantizado por la Dirección de Sanidad e Higiene del Estado de la Ciudad del Vaticano.

Un equipo médico está siempre presente junto al Papa. La administración de oxígeno continúa del mismo modo que se había anunciado en los últimos días de hospitalización: por tanto, por la noche, utiliza la oxigenación a altos caudales con cánulas nasales, que prosigue durante el día, pero con una reducción progresiva.

Misas y trabajo

Como ya había hecho en Gemelli, cuando concelebró Misa en la capilla del décimo piso, en Santa Marta el Obispo de Roma también se dirigió a la pequeña capilla del segundo piso para concelebrar Misa. Francisco también avanza con su labor en la forma descrita en los últimos días.

Todavía no hay indicaciones precisas sobre el programa de los próximos días, y mucho menos sobre el futuro, con las celebraciones de los diversos jubileos y los ritos de la Semana Santa. Se espera naturalmente evaluar la recuperación y se prevén mejoras clínicas, como dijeron los médicos. «Algunas cuestiones están en proceso de decisión, que se evaluará en función de las mejoras que habrá en la semana que viene», precisa la Oficina de Prensa.

Por lo que se sabe, Francisco está feliz de volver a casa. Ya lo habían dicho tanto Alfieri como Carbone, subrayando también el «buen humor» recobrado por el Pontífice una vez constatada su mejoría real. La fase más peligrosa de la enfermedad ciertamente ha pasado y las infecciones más importantes han sido superadas, como se afirmó en la rueda de prensa del sábado precedente.

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