Ing. Pedro Cruz
Muerte, asesinatos, robos, discusión presupuestaria, funcionarios corruptos, casos mediáticos sin sentencia en tribunales, etc. En los últimos meses estos han sido los principales titulares de las noticias. Situaciones que duelen y afectan directamente a cada una de las familias guatemaltecas.
Años atrás, los hechos de violencia, corrupción y actos delincuenciales que eran parte del día a día se sentían aún lejanos, pero ahora ya son pocas las personas que se salvan de estos casos en nuestro país, pues dentro de cada núcleo familiar hay más de un miembro que ha sido víctima de la situación actual. La limitada libertad baja la moral y destruye la esperanza de los guatemaltecos.
La pregunta común de toda la sociedad es:
¿Qué hacer para que los funcionarios tomen conciencia de que necesitamos acelerar los procesos? ¿Se atreverían nuestras autoridades a subirse al transporte público para experimentar lo que muchos sufren día a día? ¿Podrían las autoridades andar en carro sin necesidad de tener seguridad? Es posible que se intuyan algunas de las repuestas a estas preguntas.
La violencia y delincuencia cambian por completo el estilo de vida. Tristemente llega a ser común el evidenciar las muertes diarias en nuestro país. Es imposible vivir en un país donde el respeto a la dignidad de la vida no sea un tema vital, pues no existe algo más importante que una vida humana. ¿Quién ha dicho que entre seres humanos nos debemos quitar la vida? La situación actual lo único que causa es vergüenza y desánimo, incluso llega a motivar pensamientos negativos en los que se cree que se está llegando a un punto donde difícilmente se tendrá vuelta atrás.
Algunos guatemaltecos han tomado acciones más radicales como abandonar el país, buscando mejores oportunidades para ellos y sus familias, considerando que Guatemala no es un lugar seguro en el cual poder desarrollarse de manera integral.
Al realizar un análisis y un balance de la situación actual, en la mayoría de ocasiones inicia la preocupación al comprobar cual es la realidad guatemalteca, esto a pesar de tener un buen sabor de boca por las acciones concretas que se han emprendido y ver como personajes de distintos ámbitos nacionales han sido alcanzados por la Justicia y están siendo juzgados.
Luego del análisis y la preocupación, debe nacer en cada familia un plan de acción. Si se quiere que Guatemala cambie no se debe esperar que las autoridades sean los únicos en resolver los problemas, cada ciudadano debe empezar a buscar soluciones. No se vale quedarse detrás de las redes sociales y dedicarse a criticar absolutamente todo pero no proponer ni construir nada en beneficio del país.
Se debe empezar por identificar cuáles son los problemas más cercanos a mí y buscar dentro de cada circulo cercano por lo menos dos soluciones a cada uno de los problemas, ningún problema es pequeño y cada solución ayudará a que la sociedad avance a un mejor futuro, además de ser una preparación para tener mayores herramientas al enfrentarse, más adelante, a problemas más grandes.
Si el problema es complicado y no se puede resolver dentro del círculo cercano, es necesario que las comunidades vuelvan a contar unos con otros para trabajar en resoluciones de conflictos, el dejar a un lado las diferencias y buscar los puntos comunes puede lograr cambios concretos y significativos que serán sensibles a corto y mediano plazo.
La corrupción puede estar en sus últimos momentos si como guatemaltecos así se decide.
Necesitamos un país con más y mejores opciones para salir adelante. Por eso mismo, la lucha contra la corrupción y el fortalecimiento del estado derecho es esencial. Los guatemaltecos debemos estar informados a fondo de cada situación para poder opinar, actuar, involucrarse y buscar soluciones. No se debe caer en desinformaciones que buscan destruir el país y no aportan nada al cambio.
Necesitamos un país con más y mejores opciones para salir adelante. Por eso mismo, la lucha contra la corrupción y el fortalecimiento del estado de derecho es esencial.