El ministro Gilmar Mendes del Tribunal Supremo de Brasil puso fin a la seguidilla de medidas cautelares y decisiones judiciales sobre el nombramiento del ex presidente Luiz Inacio Lula da Silva, como Ministro de casa Civil, y determinó la suspensión del mismo.
Esta decisión prevalece en relación con los mandatos de primera instancia, hasta que el pleno de la Corte Suprema de curso al caso, si es que el Gobierno apela la decisión.
Gilmar también decidió que las investigaciones en contra de Lula estarán en manos del juez federal Sergio Moro, líder de la investigación por corrupción de la petrolera estatal Petrobras conocida como Lava Jato.
Del mismo modo, Gilmar argumentó que el principio de la moralidad debe guiar al Gobierno, inclusive en el nombramiento de un ministro, «con el fin de evitar que sean ensuciados los principios de la honestidad, la integridad y la buena fe».