La compañía de alquiler de vehículos Hertz, golpeada por el impacto de la pandemia del coronavirus, anunció el viernes que se declaró en quiebra en Estados Unidos y Canadá.
«El impacto de la covid-19 en la demanda de viajes fue repentino y dramático, lo que provocó una fuerte caída de los ingresos de la empresa y de las reservas futuras», dijo la compañía en un comunicado.
Hertz dijo que tomó «medidas inmediatas» para priorizar la salud y la seguridad de los empleados y clientes y eliminar «todos los gastos no esenciales».
«Sin embargo, persiste la incertidumbre sobre cuándo volverán los ingresos y cuándo el mercado de autos usados se volverá a abrir por completo para las ventas, lo que requirió la acción de hoy», añadió.
Las principales regiones operativas a nivel global de Hertz, entre ellas Europa, Australia y Nueva Zelanda, no están incluidas en este procedimiento de Estados Unidos, incluido en el Capítulo 11 de la ley de quiebras, un mecanismo que permite a una empresa que ya no puede pagar su deuda reestructurarse bajo la protección de esa ley.
El 21 de abril, Hertz había recortado 10,000 empleos en Norteamérica, el 26,3% de su fuerza laboral global, para ahorrar dinero después de que el confinamiento por el coronavirus paralizara los viajes y la economía.
«La reorganización financiera proporcionará a Hertz un camino hacia una estructura financiera más robusta que posicione mejor a la compañía para el futuro, mientras navega lo que podría ser un viaje prolongado y una recuperación económica global», señala el comunicado de Hertz.
Las franquicias de Hertz, que no son propiedad de la compañía, tampoco están incluidas en el procedimiento del Capítulo 11.