Pelé celebrará sus 80 años el viernes confinado en su casa en Brasil, en una gambeta para protegerse del nuevo coronavirus tras complicaciones en su estado de salud en los últimos años. Aunque encerrado y más viejo, O Rei no pierde el humor.
«Estoy bien, solo que no me va a dar para jugar», bromeó el tricampeón del mundo en una video-charla con el presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) a comienzo de semana.
- Con su carisma y sonrisa de siempre, el llamado Rey del fútbol ha estado muy activo en sus redes sociales
- donde recuerda algunas de sus proezas, como su primer gol con el Santos, cuando tenía quince años, o el primer Mundial que ganó Brasil, en 1958, con una actuación suya memorable.
Fiesta virtual
Aunque no suele festejar su aniversario de nacimiento (23 de octubre de 1940 en Tres Corazones, en el estado de Minas Gerais), ha agradecido en sus cuentas los mensajes de felicitación que le han enviado desde distintos frentes del mundo del balompié.
- Y también disfruta de diversos homenajes, como la apertura de una exposición en su honor en el Museo del Fútbol en Sao Paulo
- un mural dibujado por el artista brasileño Kobra en la ciudad paulista de Santos y hasta una nueva versión de su canción «Acredita No Véio»
- que cantó esta vez en colaboración con el dúo mexicano Rodrigo y Gabriela.
«Muchas gracias al Brasil y los brasileños. ¡Siempre fui muy feliz vistiendo esa camiseta! Gracias por el cariño en mi cumpleaños», escribió el exdelantero en una historia publicada el miércoles en su cuenta en Instagram, que acompañó con una foto en la que festeja un tanto de la ‘Seleçao’.
Considerado por la FIFA el mejor jugador del siglo XX, una distinción que comparte con el argentino Diego Maradona, Pelé se resguarda en casa de la nueva neumonía que golpea con especial dureza a la tercera edad y al gigante latinoamericano.
Brasil es el segundo país con más muertos por covid-19, con casi 155,000, detrás de Estados Unidos.
Salud con altibajos
La salud del astro brasileño, que internacionalizó el fútbol y a la selección de Brasil, ha tenido altibajos en los últimos años.
Aunque en los videos que ha publicado en vísperas a su llegada al octavo piso se le ve sonriente, el exatacante tiene problemas para caminar por dolencias en la cadera que, según dijo su hijo Edinho en febrero, le provocaron una depresión que le quitaba los ánimos para salir de casa.
Pelé desmintió luego a su vástago, quien aseguró que su padre usaba un andador para desplazarse después de que se practicara un trasplante de cadera en 2012. Tras la operación, en algunas ocasiones se ha presentado al público en silla de ruedas.
Además de sus problemas de movilidad, O Rei ha sido hospitalizado varias veces en los últimos años. La más reciente fue en 2019, cuando fue internado en París y trasladado a Sao Paulo para retirarle un cálculo renal.
Cinco años antes ingresó en cuidados intensivos por otra infección urinaria que le obligó a someterse a diálisis en su riñón izquierdo, el único que le queda desde que en la década de 1970 le fue extirpado el derecho por una lesión cuando aún era jugador.
El exariete achaca las dolencias a situaciones normales de una persona de su edad, que aparte estuvo 21 años en el deporte de alta competencia.
«Tengo que agradecer a Dios por la salud de llegar hasta aquí, con esta edad, y lúcido, no muy inteligente, pero lúcido», bromeó en un video divulgado el martes.
Algunos de los reveses médicos han coincidido con los líos judiciales de Edinho, uno de sus siete hijos. El exportero del Santos estuvo preso tras ser condenado por tráfico de drogas y lavado de dinero, cargos que niega.
Los 80 encontrarán a Pelé, eso sí, sin su compinche para ver partidos. Su hermano menor, Jair Arantes do Nascimento «Zoca», murió de cáncer en marzo.