El excongresista estadounidense Duncan Hunter fue sentenciado a 11 meses en una prisión federal tras declararse culpable de malversar cientos de miles de dólares en fondos de campaña para uso personal.
El republicano, que dejó su curul en enero y al principio tachó el caso de «caza de brujas», estará además tres años en libertad condicional, una vez culminado su tiempo tras las rejas.
Hunter se declaró culpable en diciembre pasado de malversar 150.000 dólares. Los fiscales, que calculan fueron unos 250.000, le imputaron, junto con su esposa, que también se declaró culpable, unos 60 cargos, incluidos fraude electrónico, conspiración y falsificación de registros.
«Asumo toda la responsabilidad por cualquier centavo gastado en mi campaña por mí o por cualquier otra persona», dijo Hunter antes de escuchar su sentencia, pidiendo al juez Whelan indulgencia en la condena de su esposa Margaret el mes próximo, para que no le quite la custodia de sus hijos «si es posible».
La fiscalía había pedido al juez Thomas Whelan de California imponer una sentencia de 14 meses de cárcel, mientras que la defensa abogaba por 11 meses de prisión domiciliaria.
Hunter, un férreo defensor del presidente Donald Trump, debe entregarse a las autoridades el 29 de mayo.
La pareja fue acusada de haber destinado ese dinero para alimentar «un estilo de vida derrochador», que incluyó gastos como tragos de tequila y un pasaje de avión para su mascota, un conejo, así como vacaciones familiares en Hawái e Italia, trabajos odontológicos y entradas de teatro.
La imputación contra el representante aludió también a la utilización de dinero de la campaña para pagar para sostener varias relaciones extramatrimoniales.
El congresista fue electo en 2008 luego de que su padre no optara a la reelección tras 28 años representando a un sólido distrito conservador en San Diego.
La elección para decidir el nuevo ocupante del escaño se realizará en noviembre.