La finalidad era manipular el resultado electoral, concluye investigación
El comité de la Cámara de Representantes de Estados Unidos que investiga el asalto al Capitolio del 6 de enero ha presentado un nuevo informe en el que concluye que el expresidente Donald Trump participó en una «conspiración criminal» para revertir los resultados de las presidenciales de noviembre de 2020.
El último informe de esta comisión centra sus conclusiones en la figura del abogado y hombre de confianza de Trump, John Eastman, quien redactó durante aquellos días un memorando en el que defendía la capacidad legal del por entonces vicepresidente, Mike Pence, para interrumpir el traspaso de poder utilizando sus poderes como presidente del Senado.
Eastman fue citado por esta comisión para hacer entrega de esos documentos, a lo que se opuso, alegando la supuesta confidencialidad a la que estarían sujetos gracias al secreto profesional y legal que mantienen él y Trump en calidad de abogado y cliente, una cláusula que para el comité queda invalidada cuando el defendido está involucrado en actividades delictivas.
«Las pruebas recopiladas sugieren que los correos electrónicos del señor Eastman pueden mostrar que ayudó a Donald Trump a promover un plan corrupto para interrumpir el recuento de los votos electorales», así como «una conspiración para impedir el traspaso de poder», sostienen en un comunicado conjunto el presidente y la vicepresidenta de la comisión, Bennie Thompson y Liz Cheney, respectivamente.
El Comité de la Cámara de Representantes no está facultada para presentar cargos penales, pero puede darle al Departamento de Justicia las pruebas de cualquier infracción que haya descubierto en su investigación.
Esta nueva presentación legal de la comisión es la más directa lanzada hasta ahora en relación a la implicación que el expresidente Trump habría tenido, junto a algunos de sus colaboradores, en aquel motín del 6 de enero de 2021, cuando una turba afín irrumpió en el Capitolio, en Washington, después de que fueran arengados para detener lo que atrevió a llamar el «gran fraude».
Así, el informe acusa a Trump y a Eastman de haber participado en una conspiración para defraudar a Estados Unidos y obstruir un procedimiento legal, cuando conminaron a Pence a interrumpir el recuento de los votos electorales en el Congreso con el fin de poder manipular los resultados.