Las autoridades de unas diez localidades del norte de Italia ordenaron este viernes el cierre de todos los lugares públicos, entre ellos escuelas, bares, oficinas y centros deportivos, para detener la propagación del nuevo coronavirus.
La decisión fue tomada por el ministro de Salud, Roberto Speranza, y las autoridades de la Región Lombardía en una reunión de crisis con las autoridades locales tras detectar 14 casos de contagio, entre ellos cinco médicos.
Todos los eventos deportivos fueron suspendidos, mientras los habitantes han sido invitados a no salir de sus casas durante al menos los próximos cinco días.
La medida de precaución afecta a cerca 50,000 habitantes de esa región del norte industrializado.
El primer caso registrado fue en la localidad de Codogno y se trata de un italiano de 38 años, el cual se encuentra internado en cuidados intensivos y su estado es considerado grave por los médicos del hospital local.
El paciente fue infectado por otro italiano, un portador sano del nuevo coronavirus, que estuvo en China hace varias semanas.
Según informan los medios, el contagio tuvo lugar durante algunas cenas con amigos.
La esposa del paciente grave y un amigo con el que practicaba deporte se encuentran entre los casos confirmados.
Los 60 trabajadores de la sede de la multinacional Unilever en la localidad de Casalpusterlengo, en la misma región, también fueron sometidos a análisis.
Se teme que la medida deba ser extendida a la región vecina Véneto, donde se sospecha el contagio de dos personas.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) pidió a la comunidad internacional «atacar fuerte» y sin demora este virus que ha contagiado a más de 75.000 personas en China y 1,100 en otras partes del mundo.