Las autoridades de El Salvador iniciaron este jueves el traslado de 600 de los 1,330 pandilleros recluidos en el presidio de Chalatenango, donde el gobierno tiene previsto construir una universidad, informó el presidente del país, Nayib Bukele.
«Este día hemos iniciado con el cierre total y definitivo del centro penitenciario de Chalatenango», aseguró Bukele en su cuenta en Twitter.
El mandatario precisó que este jueves comenzaron a trasladar a 600 reos a «otros penales», y en los próximos días la operación se completará con los 730 restantes.
Los reos, en su mayoría de la Mara Salvatrucha (MS-13), fueron trasladados en autobuses bajo fuertes medidas de seguridad para cubrir los más de 160 kilómetros que separan Chalatenango del penal de San Francisco Gotera, en el noreste del país.
«Luego de que no quede ningún reo en el penal de Chalatenango, procederemos a su cierre total y demolición» con el fin de construir una «nueva» sede universitaria para la zona norte del país, destacó Bukele.
El movimiento de los presos obedece también a las acciones de la Dirección General de Centros Penales, que quiere cerrar las cárceles situadas en zonas de alta concentración de población, precisó un comunicado de la Presidencia.
Las pandillas en El Salvador tienen unos 70,000 miembros, de los cuales más de 17,000 están encarcelados. En su mayoría, pertenecen a la Mara Salvatrucha (MS-13) o a su rival, Barrio 18. En 2018, El Salvador figuró como uno de los países sin guerra más violentos del mundo con un promedio anual de 51 homicidios por cada 100,000 habitantes.