Cientos de madres y niños centroamericanos pasarán esta Navidad en fríos y poco acogedores centros de detención, mientras unos 600 menores que cruzaron solos la frontera tendrán una «Noche Buena» en albergues juveniles.
Aunque para muchos niños la Navidad es la mejor época del año donde se reúnen con su familia para cenar y abrir sus regalos, para cientos de menores y familias inmigrantes esta será una Navidad en la que estarán encerrados en un centro de detención bajo la custodia de autoridades migratorias a millas de sus hogares, por haber cruzado la frontera ilegalmente.
«Ellos (los detenidos) nos preguntan si pensamos que podrán pasar la Navidad con su familia y es algo a lo que no tenemos la respuesta en un ciento por ciento, porque cada caso tiene diferentes tiempos, lo que sabemos es que muchos pasarán la Navidad en un centro de detención, las madres con sus hijos», dijo a Efe Ian Philabaum, representante del proyecto CARA.
Esa iniciativa agrupa a la Asociación Americana de Abogados de Inmigración (AILA) y otras organizaciones que ofrecen ayuda legal Pro Bono para representar y defender a las familias en los centros residenciales Dilley y Karnes, en Texas.
«No sabemos si tendrán celebración o si no les harán nada. Sabemos que los oficiales saben que el 24 es una fecha importante para ellos, muchos conservan la ilusión de salir para Navidad», agregó Philabaum, quien señaló que hay unas 1.200 personas, madres con niños, detenidos en los centros.
Otros como la Red Católica Legal de Inmigración (CLINIC) consideró que esta será una fría Navidad para todos los niños y familias que deberán pasar la «noche buena» resguardados en frías celdas a la espera de que su caso sea escuchado por un juez y tener una oportunidad para permanecer en el país, mientras que otros celebrarán en sus hogares con cenas y regalos.
«El advenimiento y la temporada de Navidad traerá muchos recuerdos de María y José, su lucha por encontrar un lugar de acogida para el nacimiento de su hijo Jesús. Incluso más pertinente con la historia de los que cruzan la frontera hoy, es la historia que recuerda la iglesia con la huida de la sagrada familia a Egipto», dijo a Efe Jeanne Atkinson, directora ejecutiva de CLINIC.
Atkinson señaló que las familias que están llegando al país y que permanecen detenidas en los centros de detención en Texas, vienen en busca de refugio huyendo de las pandillas, la pobreza y otras amenazas en sus países de origen y al igual que José y María merecen un lugar de seguridad, acogida y refugio.
Por su parte, la Oficina de Control de Inmigración y Aduanas (ICE), que tiene bajo su responsabilidad los centros residenciales familiares, envió un comunicado a Efe indicando que las familias tendrán una celebración de Navidad dentro de estos centros.
«ICE ha organizado un calendario de varios eventos para los días de fiesta para las familias que se encuentran en los centros residenciales de ICE. Las actividades de la temporada programados incluyen un programa navideño para los niños y una visita de Santa quien se tomará fotos y distribuirá regalos. Los residentes también tendrán la opción de participar en un servicio religioso en el día de Navidad», señala un comunicado de la dependencia migratoria.
Por su parte, organizaciones religiosas en Texas y representantes de consulados centroamericanos en Arizona recogieron donativos para entregar regalos a los niños en los albergues y hacer de esta Navidad un poco más agradable a pesar de las difíciles circunstancias.
Para esto, el Gobierno entregó una lista específica de los regalos que pueden recibir los niños.
Mientras tanto, el Gobierno sigue de cerca el movimiento en el cruce de menores solos y familias por la frontera sur, especialmente por Texas y Arizona.
«Estamos monitoreando los números para saber si es necesario abrir el (albergue) de California. Hasta ahora no tenemos fecha para eso, todo depende de cómo siga el flujo», declaró a Efe Andrea Helling, directora de Comunicaciones del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS).
Helling señaló que el viernes pasado ampliaron a 700 la capacidad de uno de los albergues provisionales que abrieron en Texas, donde ya hay unos 500 niños.
Agregó que abrieron otra instalación en Sabino Creek Ranch, un campamento de verano liderado por miembros de una Iglesia cristiana, donde albergarán hasta 300 niños.
«Este es solamente la segunda instalación temporal que estamos abriendo», indicó la comunicadora. Con información de EFE.