La prensa estatal china anunció el lanzamiento «éxitoso» este martes de un nuevo cohete con un prototipo de nave espacial con capacidad para seis tripulantes que será utilizada para vuelos orbitales y misiones a la Luna.
El cohete Larga Marcha 5B, en su primer vuelo, despegó de la base de Wenchang en la isla de Hainan (Sur), con la nueva nave –sin tripulantes– alcanzando la órbita prevista, indicó la agencia de noticias Xinhua.
La nave fue diseñada para llevar tripulantes a la futura estación espacial china y a la Luna.
Desde 1999, China ya lanzó varias naves «Shenzhu», construidas sobre el modelo de los «Soyuz» soviéticos y luego rusos.
El nuevo vehículo espacial chino se considera más seguro y con mayor resistencia al calor para el reingreso en la atmósfera. Además es más largo (8,8 metros) y más pesado (21,6 toneladas).
Al ser, además parcialmente reutilizable abre nuevos horizontes al programa espacial tripulado chino.
La futura estación espacial china (CSS), denominada Tiangong («Palacio celeste» en mandarín), constará de tres partes: un módulo principal de casi 17 metros de longitud (lugar de vida y de trabajo) y dos módulos anexos (para experimentos científicos).
Su ensamblaje en el espacio debería comenzar este año gracias al nuevo cohete Larga Marcha 5B y terminar en 2022.
China, que está invirtiendo miles de millones de euros en su programa espacial, ha puesto en órbita numerosos satélites, por cuenta propia o de otros países.
A principios de 2019, se convirtió en la primera nación en descender una sonda en la cara oculta de la Luna.
Se espera que en un par de meses lance una sonda a Marte, a donde también cuenta enviar una misión tripulada dentro de diez años.