Las autoridades chinas anunciaron el martes el cierre virtual de dos grandes ciudades en la Zhejiang, en el este del país, y restringió la movilidad de sus habitantes para enfrentar la epidemia con un nuevo coronavirus que ya mató más de 400 personas.
La ciudad de Taizhou, de unos seis millones de habitantes, y tres distritos de Hangzhou quedan así cerrados en una gigantesca cuarentena.
Una de las áreas ahora cerradas abriga oficinas centrales del gigante comercial Alibaba.
En todas esas áreas, que engloban unos 9 millones de personas, apenas una persona por vivienda pasa a tener derecho a salir a la calle a cada dos días para comprar artículos de primera necesidad.
Taizhou también suspendió 95 trenes hacia su estación central a partir del martes.
Por fuerza de las nueva medidas, cada residencia podrá mantener solamente una vía de acceso y los residentes deberán mostrar una identificación a cada entrada o salida.
Al mismo tiempo, los propietarios no podrán alquilar viviendas a personas provenientes de áreas afectadas, como la provincia de Hubei.
En Hangzhou, además, los ciudadanos pasan a estar obligados a utilizar máscaras sanitarias, además de someterse a chequeos de identidad y registro de la temperatura corporal.
Simultáneamente, las autoridades del la Región Administrativa Especial de Macao anunciaron que los casinos allí instalados cerrarán sus puertas por dos semanas, en un gesto que afecta directamente los ingresos económicos de la región.