Chile decretó este jueves «alerta sanitaria» en seis regiones para tratar el aumento, derivado de la crisis social, en las consultas por traumas y salud mental, y asegurar el tratamiento adecuado de enfermedades crónicas, informó el ministerio de Salud.
Con 22 muertos, más de 200 personas con trauma ocular y miles de heridos se salda hasta ahora la inusitada convulsión que afecta al país hace casi un mes, con masivas movilizaciones, violentos enfrentamientos y saqueos.
Esta medida sanitaria «se aplica debido a que se ha configurado una situación de riesgo de salud para la población», señaló el ministro de Salud, Jaime Mañalich.
La alerta, que obliga a destinar mayores recursos y regirá hasta el 1 de diciembre, abarca las regiones de Tarapacá y Antofagasta, en el norte; Valparaíso, Maule y Metropolitana, en el centro; y la sureña región de la Araucanía.
De acuerdo a las autoridades, los riesgos de la convulsión social incluyen un «aumento de consultas por traumas, con la consiguiente necesidad de contar con mayores insumos, pabellones y personal» para atender las urgencias.
Las lesiones oculares graves, que en decenas de casos provocaron ceguera en personas heridas por perdigones disparados por la policía en manifestaciones, figuran entre las lesiones más graves.
El ministerio calculó en 10.000 el aumento de las consultas por trauma y también registró un incremento en las necesidades de atención en salud mental.
Asimismo, en la región Metropolitana, se sumó la necesidad de contener el «riesgo sanitario asociado a los problemas de manejo y desperdicios y basura», debido a una huelga de recolectores en la capital chilena.
La alerta dota al ministro de «facultades extraordinarias» para comprar servicios para transporte aéreo, contratación de personal extraordinario, reconversión de camas en hospitales y contratar a exfuncionarios, entre otras facilidades de gestión.
Las provincias de Concepción y Llanquihue, en el sur del país, también fueron contempladas en el decreto.