- El nuevo modelo de IA de Google, Gemini 3, pone a OpenAI en aprietos y la obliga a reaccionar. La carrera por el liderazgo en inteligencia artificial se intensifica mientras más competidores entran al mercado.
Noticias DW
Los avances de la Inteligencia Artificial parecen ocurrir en un abrir y cerrar de ojos. Según informa la revista digital The Decoder, OpenAI prepara lanzar la próxima semana un nuevo modelo de razonamiento que estaría por delante de Gemini 3.
En noviembre, Alphabet, la empresa matriz de Google, presentó su última versión de IA, Gemini 3. Tras pruebas estándar, el nuevo modelo superó en algunos aspectos a ChatGPT, de OpenAI.
Desde 2022, OpenAI lideraba la carrera en el ámbito de la IA, tras dejar al público sin palabras con ChatGPT. Fue un triunfo sobre el gigante Alphabet, considerado hasta entonces el líder en inteligencia artificial.
A partir de ahí comenzó la carrera por la supremacía en el mercado de la IA. Hoy no está claro si OpenAI aún conserva ventaja, pero su reacción fue drástica.
Sam Altman, CEO de la compañía, declaró un «Código Rojo» en una carta interna, según The Wall Street Journal citando a The Informant. En la carta, Altman exigió a sus empleados a enfocarse en ChatGPT y relegar otros productos.

Ya no se trata solo de tener el mejor modelo
«Ahora no se trata únicamente de desarrollar los mejores modelos, sino también de asegurar acceso a potencia de cálculo y como generar ingresos», afirma Adrian Cox, analista de Deutsche Bank Research. OpenAI lideró inicialmente porque durante uno o dos años tras el lanzamiento de ChatGPT tuvo los mejores modelos.
Sin embargo, otros modelos están alcanzando a OpenAI y tienen la ventaja de estar vinculados a grandes empresas, como Gemini. «Disponen de enormes capacidades de distribución gracias a una base masiva de usuarios y de potentes recursos computacionales mediante numerosos centros de datos», añade Cox.
ChatGPT aún cuenta con más de 800 millones de usuarios semanales, según Altman. Alphabet, por su parte, integra Gemini 3 directamente en su buscador, su principal fuente de ingresos. La app Gemini llega a más de 650 millones de usuarios mensuales, según Sundar Pichai en el blog de Google. «Más del 70 % de los clientes de la nube usan nuestra IA, 13 millones de desarrolladores han trabajado con nuestros modelos generativos, y eso es solo una muestra del impacto», afirma Pichai.

¿Cuándo saldrá OpenAI de los números rojos?
Mientras Google tiene múltiples vías para generar ingresos, OpenAI depende de monetizar sus modelos. Actualmente gana dinero con suscripciones para acceder a las últimas versiones de ChatGPT y con empresas que integran sus soluciones. Microsoft, gran inversor en OpenAI, también incorpora la IA en sus productos. Aun así, OpenAI no es rentable, según declaraciones atribuidas a Altman.
OpenAI no publica cifras de ingresos ni beneficios, pero en verano habría indicado a inversores que no espera beneficios hasta 2030, comentó Cox a DW.
HSBC ofrece una visión menos optimista: aunque el ingreso podría crecer hasta 213 mil millones de dólares en 2030, los costos también aumentarían, generando pérdidas superiores a 70 mil millones, según estimaciones citadas por Financial Times.
Según pronósticos, es muy probable que Google mantenga el mejor modelo el próximo año, no OpenAI, afirma Cox.
«La gran tarea de OpenAI es crear un modelo de negocio que genere ingresos suficientes para sostener pronto mil millones de usuarios semanales», añade. Las suscripciones no parecen suficientes, por lo que OpenAI explora alternativas.
Precios bajos desde China
China avanza con determinación en la carrera. Baidu presentó en septiembre su modelo DeepSeek, que según la empresa iguala el rendimiento de GPT-5 y Gemini 2.5 Pro. China sigue su estrategia de introducir productos a precios muy bajos en mercados occidentales, como hizo con energía solar, acero y autos eléctricos. Jensen Huang, CEO de Nvidia, advirtió en X que China podría ganar la carrera: «China está solo nanosegundos detrás de EE. UU. en IA».

«Vemos una división del mercado entre modelos pequeños, baratos y adaptables para tareas específicas, y grandes modelos sofisticados como los de OpenAI”, concluye Cox. «No creo que uno sustituya al otro; cuanto más inteligencia haya disponible, más aplicaciones surgirán».
(os/cp)
