Madrid, España | AFP |
Ídolos de sus jugadores y sus respectivos aficionados, Zinedine Zidane y Diego Simeone vuelven a cruzar espadas el martes en semifinales de la Liga de Campeones en el estadio Santiago Bernabéu, donde se enfrentarán dos estilos muy diferentes.
El centrocampista ofensivo fino y elegante que era Zidane ya se enfrentó en su momento como jugador a la intensidad del mediocampista argentino, y ahora ambos trasladan esos estilos en la conducción y la forma de jugar de sus equipos.
El técnico francés del Real Madrid ha construido un equipo que busca jugar la pelota en el centro del campo para conectar rápidamente con la famosa ‘BBC’ (Gareth Bale, Karim Benzema y Cristiano Ronaldo), a los que da libertad.
El galés, lesionado, no estará el martes ante el Atlético de Madrid, pero Zidane ha sabido incorporar a Isco Alarcón o a jóvenes como Lucas Vázquez o Marco Asensio, que mantienen la pegada del equipo blanco con su velocidad.
«Todos son importantes, lo demuestran cuando tienen la oportunidad», recordaba Zidane el miércoles tras golear 6-2 al Deportivo de La Coruña.
El Real Madrid es el equipo más goleador en la Liga de Campeones junto al Borussia Dortmund con 28 tantos y el segundo mayor goleador de la Liga con 92 dianas.
Una pegada que el martes se enfrentará a la defensa del Atlético de Madrid, la mejor defensa de la Liga con 25 goles encajados.
El ‘Cholo’ Simeone ha sabido mantener en sus cinco años y medio al frente de los rojiblancos un bloque rocoso, en el que todos ayudan en defensa y que es su seña de identidad, al que ha añadido la velocidad de hombres como Yannick Carrasco y el genio de Antoine Griezmann en ataque.
– Líderes del vestuario y la grada –
«A nivel de equipo es el mejor de España, si entendemos equipos lo que es el esfuerzo colectivo, solidario, el que da igual quien juegue», decía la pasada semana el técnico del Villarreal Fran Escribá, antes de su enfrentamiento en Liga.
El técnico argentino, de 47 años, ha sabido también soldar a los jugadores en torno a él hasta el punto que Antoine Griezmann había llegado a ligar su continuación en el club a la de Simeone el verano pasado.
«Él me transformó totalmente. Con él aprendo todos los días, ya sea tácticamente o técnicamente», decía el goleador francés.
De la misma manera, Zidane también ha sabido tirar de mano izquierda para manejar un vestuario lleno de figuras y egos, permitiendo que todos se sientan importantes y estén enchufados por poco que jueguen.
«No hay equipo A ni B y esto es gracias al entrenador», decía el miércoles el defensa Nacho Fernández, uno de los canteranos del Real Madrid, tras la victoria sobre el Deportivo de La Coruña.
Zidane, un ídolo del Santiago Bernabéu como jugador (2001-2006), lo sigue siendo ahora como entrenador, tras hacerse cargo de un conjunto en caída libre en enero de 2016 para acabar llevándolo a ganar una Liga de Campeones y un Mundial de Clubes ese año.
Su trayectoria en este 2017 con la posibilidad de meterse en una segunda final consecutiva de ‘Champions’ y ganar una Liga, que sería la primera desde 2012, mantiene la ilusión de los madridistas con sus técnico.
Pausado y poco expresivo en la banda, su tranquilidad contrasta con la vehemencia y los gestos con los que el ‘Cholo’ anima tanto a sus jugadores como a los aficionados rojiblancos, que lo ven como el hombre que ha llevado a su equipo a sus mayores éxitos en mucho tiempo, pese a perder dos finales de Liga de Campeones frente a los blancos (2014, 2016).
El martes ante el Real Madrid, el ‘Cholo’ intentará encarrilar un pase a la que también sería su segunda final de Liga de Campeones consecutiva, una competición que parece esquiva a los rojiblancos.