Autoridades de Guatemala, Honduras y El Salvador discutieron este jueves con el secretario interino de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Kevin McAleenan, acciones para contener la ola de migrantes centroamericanos, como reforzar las fronteras y realizar pruebas de ADN para regular la salida de niños.
El ministro guatemalteco del Interior, Enrique Degenhart, dijo en rueda de prensa que ya existen «resultados concretos» para frenar la migración, aunque las pláticas continúan para alcanzar un acuerdo definitivo.
Afirmó que la coordinación entre los cuatro países este año durante siete reuniones permitió desbaratar redes del crimen organizado así como avances en los controles fronterizos y mejoras en las normas migratorias.
El gobierno de Donald Trump emprende una fuerte presión para detener el flujo hacia Estados Unidos de migrantes, principalmente hondureños, guatemaltecos y salvadoreños que huyen de la pobreza y la violencia que impera en los tres países.
En la reunión participaron también el ministro de Seguridad de Honduras, Julián Pacheco, y el Ministro de Justicia y Seguridad de El Salvador, Rogelio Rivas.
Degenhart detalló que entre los planes se contempla reforzar la seguridad en la frontera de Guatemala y México con la asesoría de agentes estadounidenses así como realizar pruebas de ADN a niños migrantes para determinar si viajan con sus padres o familiares.
McAleenan indicó que el análisis con «el ADN es para proteger a los niños» de ser explotados por adultos que los llevan pensando que ir acompañado de un menor les facilitará su ingreso a Estados Unidos.
Aunque Dagenhart indicó que buscan mejorar las leyes migratorias en la región, descartó reformas al llamado CA4, un acuerdo que permite la libre movilidad de salvadoreños, guatemaltecos, hondureños y nicaragüense entre esos países.
«No estamos criminalizando a los migrantes sino atacando a las estructuras criminales que abusan de ellos y que lucran de una manera desproporcionada» con ellos, dijo.
El ministro señaló que a la próxima reunión del grupo, en julio en Washington, invitarán a sumarse a Costa Rica, Colombia y Panamá, países usados por migrantes haitianos, cubanos, africanos y asiáticos en su ruta a Estados Unidos.
«Estamos claros que para tener un proceso eficiente contra la contención de la migración irregular necesitamos el apoyo de los países que generan el flujo migratorio hacia la región, y esos tres países básicamente son Costa Rica, Panamá y Colombia», insistió Degenhart.
Consultado sobre la situación en los centros de detención de migrantes, luego de que una ONG revelara las condiciones sórdidas en las que vivían más de 250 menores bajo custodia de las autoridades estadounidenses en Texas (sur), McAleenan aseguró que su gobierno ha invertido 400 millones de dólares este año para la atención médica, frazadas y alimentos para niños en esos albergues.
«Puedo decirles que estamos comprometidos con cuidar a los niños en nuestra custodia y a los niños de la región antes de que los pongan en manos de traficantes para esta peligrosa travesía», puntualizó.