Por Marcela Marroquín Cabrera
Guatemala ratificó el Convenio 87 el 13 de febrero de 1952, sin embargo, como país contamos con una queja presentada en virtud del artículo 26 de la Constitución de la OIT contra el Gobierno de Guatemala. Esta queja es del año 2012 y a medida que el tiempo pasa, pareciera que el “diálogo” tripartito entre el sector empleador, trabajador y Gobierno estuviera estancado, en la medida en la que, si bien ha habido avances, según los informes presentados anualmente por el Gobierno, el sector trabajador no valida la información vertida en estos.
En repetidas ocasiones los representantes sindicales han manifestado que no es ni será suficiente la evidencia que el Gobierno presenta cada año en su informe. Entre dimes y diretes de un lado o del otro el tiempo avanza, la situación empeora y las partes cada vez más descontentas.
Tuve la oportunidad de trabajar en la dirección de comunicación dentro del Ministerio de Trabajo y previsión social, por lo que a mi cargo estuvo liderar por nueve meses la campaña de libertad sindical. Entre los compromisos acordados de parte del Gobierno estaba el celebrar encuentros con reporteros, directores de medios de comunicación, directores de comunicación de todo el Gabinete de Gobierno, líderes y formadores de opinión. De esta manera se difundía una campaña de libertad sindical a la que como Estados estamos comprometidos.
Durante estos encuentros hubo opiniones variadas, unas radicales y otras moderadas, no obstante, la constante queja era:
“¿Cuándo van a entender ambas partes, empleadores y trabajadores que, si no se ponen de acuerdo en las necesidades y peticiones de ambos lados, jamás se evidenciará un verdadero progreso?”
Durante el tiempo que trabajé en el Ministerio de Trabajo y Previsión Social, pude darme cuenta que hay un camino recorrido y que se debe enmendar, sin embargo, también hay avances claros de acciones concretas que el Gobierno ha implementado para aclarar la muerte de sindicalistas que aducen las razones de su muerte por el hecho de estar sindicalizado, hay casos ciertos, hay casos en que los mismos sindicalistas afirman sufrir persecución. El Ministerio Público acordó poner a disposición de los trabajadores una línea de atención para recibir denuncias, 1543 . Aún funcionando esta línea argumentan que siguen sufriendo persecución.
El más reciente informe presentado en la 328 sesión en Ginebra, Suiza incluía que, de las 12 mil 535 llamadas recibidas en la línea 1543 para poner denuncias de parte del sector trabajador 1,664 fueron falsas y contrasta con 10 denuncias reales. Ante estas evidencias se torna difícil el camino por recorrer y más difícil aún tomar en serio la falta de voluntad de ser serios ante una problemática tan fuerte como esta.
El informe más reciente dice
“El presente informe contiene notables avances en materia legislativa, siendo éstos sumamente
importantes y prioritarios dentro de los indicadores clave de la Hoja de Ruta; se incluyen dos
proyectos de ley: uno para devolver la capacidad sancionatoria a la Inspección General de
Trabajo y otro para armonizar la legislación laboral nacional con el Convenio 87 de la
Organización Internacional del Trabajo”.
Por otro lado debo reconocer que de parte del sector trabajador también hay debilidades, las cuales deberán ser atendidas para ir subsanando el proceso. Entre ellas puedo mencionar que está la falta de interés por capacitar a los trabajadores en materia de libertad sindical, en materia de la importancia que tiene para un país como Guatemala que existan procesos de formación, si esto se diera o se hiciera realidad, creería que es un firme paso hacia adelante, que ayudará a consolidar la situación de bienestar, en materia de trabajo que tanto anhelamos los guatemaltecos.
En conclusión, puedo agregar que sugiero que tanto el sector trabajador como el empleador se capaciten, estudien y se documenten mejor para que cada uno desde su puesto de trabajo y rol desempeñado puedan aportar y hagan crecer y desarrollar esta nación tan próspera y productiva como lo es Guatemala. La ceguera voluntaria resulta ante la falta de voluntad genuina de las partes por conciliar conflictos y malos entendidos. De momento el estatus es que el consejo de administración de la Organización Internacional de Trabajo (OIT) decidió postergar para noviembre próximo la decisión de establecer una Comisión de Encuesta, luego de que pidiera a Guatemala avance en el cumplimiento de varias demandas del sector trabajador, las cuales fueron presentadas en el más reciente informe.